CALLES Y AVENIDAS
La calle Arístides García Mella

<STRONG>CALLES Y AVENIDAS<BR></STRONG>La calle Arístides García Mella

La calle de Gascue que desde 1930 debió llamarse “Arístides García Mella” (ahora en Mirador Sur) no pasó de ser una resolución edilicia hasta 1972 porque prácticamente toda esa familia, excepto Moisés García y sus parientes más cercanos, cayó en desgracia con el régimen de Trujillo, debido a la participación del general Ramón Vásquez Rivera en una conspiración para eliminar al déspota. El intrépido militar estaba casado con Celeste Aurora, hija del insigne educador.

 Pocos descendientes manifiestan tanto orgullo y admiración por un antepasado como el que expresan los de este ilustre científico y escritor. Después de la publicación de un reportaje sobre el eminente pensador, escribieron a HOY sus nietos Edgar García, Nelson Garcíamella Castillo y la afamada y versátil artista Cecilia García para ampliar detalles de la vida de tan ejemplar ancestro. Cecilia y Nelson son hijos de Luis Arístides (Tidito) primer varón del matrimonio de Arístides García Mella y María García de la Concha.

No conocieron al abuelo pero recibieron el testimonio devoto de sus padres y tíos para quienes la memoria del profesor siempre estuvo latente.

Edgar, militar retirado del ejército norteamericano, reside en Tampa. Él y sus hermanos prepararon la genealogía de esos esclarecidos García. Nelson es el depositario de fotos y otros recuerdos. Nació el seis de septiembre de 1947 y así como conoce la historia personal de su abuelo, narra la de su tío Moisés. La colaboración de éste último con Trujillo dividió la familia.

“Tío Moisés estaba ya muy enfermo cuando me llevaron a verlo, yo muy pequeño. En cierta forma, por haber él iniciado con el régimen desde muy temprano, fue guiado más por su adhesión a Trujillo. Es un pariente lejano en afectos por su conducta trujillista, no fue solidario con el resto de la familia, que entró en conflicto con Trujillo”, reveló.

Agregó Nelson que “no convivimos con él, nos separamos, él continuó con Trujillo, sin embargo tenía una hija que contó con todo el cariño de mis padres, ella venía a la casa, Rosita García, que se dedicó a catequista en la zona colonial, donde era muy apreciada. Pero mis padres no iban a visitar a Moisés, además, pienso que no sería una visita grata, por motivos políticos”.

Reconoció que Moisés fue un gran intelectual, aunque al servicio del régimen. “Es curioso, agregó, hijos de un mismo vientre, unos escogen el camino del bien, otros asumen valores diferentes”.

Tanto Edgar como Nelson aclararon que la calle “Moisés García” no lleva este nombre en honor al connotado trujillista sino en recordación de Moisés García Noboa, su padre, que consagró su vida al magisterio.

Vásquez Rivera.   El general Ramón Vásquez Rivera se unió en junio de 1933 a oficiales, suboficiales y soldados que planearon eliminar a Trujillo. Fue dado de baja y nombrado cónsul en Burdeos, Francia, desde donde regresó para seguir conspirando. Fue encarcelado y envenenado. También fueron asesinados sus hermanos, los tenientes José y Ángel y Carmelo Vásquez Rivera.

En un recordatorio de las viudas invitando a misa, después del tiranicidio, dice: “Nunca se ha sabido donde fueron sepultados. Víctimas de la tiranía el 17 de enero de 1940 en la celda No. 6 de la Torre del Homenaje”.

 Narra Nelson  que “el tirano tomó acción inmediata contra la familia llevando a la cárcel a mi padre que apenas tenía 18 años”.  Primero estuvo en la Torre del Homenaje y luego en la cárcel de Nigua. Le negaron la entrada a la Universidad para continuar sus estudios y aunque le libertaron, volvieron a apresarlo y fue indultado gracias a la intervención de Bienvenida Ricardo y “a la notoriedad que tenía en la sociedad en un momento en que Trujillo quería atraer la juventud”, significó Nelson.

Los García, comentó, “pasaron momentos extremadamente difíciles para poder subsistir. Muy pocos amigos visitaban la casa. Entre los que ayudaron se encontraba don Pompilio Brawer que semanalmente colmaba de alimentos a la familia”.

En resumen

“Los hermanos Garcíamella-García fueron todos antitrujillistas. Mi tío Moisés le sirvió a Trujillo como diplomático, situación que distanció bastante la familia”. Moisés fue además el ideólogo de la construcción del Obelisco para perpetuar el recuerdo del cambio de nombre de la capital por el de “Ciudad Trujillo”. Según Nelson, tuvo participación en las negociaciones internacionales tras la masacre contra los haitianos en 1937.

Luis Arístides Garcíamella García de la Concha casó con Dulce Esperanza Castillo Báez, madre de Nelson y Cecilia.

 Sobre Arístides García Mella, Nelson exclamó: “Me enorgullece su nobleza, su sencillez, su entrega a lo que creía, la dedicación y el desinterés que, creo, heredamos algunos de nosotros. Él vivió totalmente despegado de las cosas terrenales. Era un enamorado de la educación”.

Dijo que la familia se siente satisfecha con el homenaje de una calle con su nombre, sobre todo “en un reparto dedicado al sector al que él pertenecía, el de los maestros”.  Ahora esa zona se llama “Mirador Sur”.

Luis David Arístides García Mella había sobrevivido a un accidente en el que lo estropeó un coche en la calle Del Conde.  Se recuperó pero años después fue atacado de peritonitis, a la que se atribuye su fallecimiento.

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