Calles y avenidas
Maestra Dolores Rodríguez Objío

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Dolores Rodríguez Objío sí fue la primera maestra titulada del país, graduada por Socorro Sánchez luego de rígidas pruebas presentadas ante un jurado compuesto por Federico Llinás, Domingo Morcelo, José  Bonilla España y Gerardo Jansen. Sin embargo, nuestra historia sólo recoge  la graduación que, más tarde, promovió Salomé Ureña.

Ésta y otras aclaraciones fueron hechas por Lilian Ortega del Castillo viuda Mendoza, nieta de la insigne educadora, quien detectó 19 inexactitudes en el reportaje sobre Rodríguez Objío publicado el domingo antepasado. Conserva un valioso acopio de documentos en los que sustenta enmiendas hechas a declaraciones de dos descendientes de “Mamá Lola” y del historiador Raymundo González. Junto a Esperanza Aurora del Castillo, otra nieta de la profesora, aporta nuevas informaciones de su abuela.

Admiten que el olvido ha cubierto la memoria de Dolores y lo atribuyen a que a Socorro Sánchez, “que no era mulata sino negra retinta”, le han querido quitar primacía. “La historia se escribe por la prensa y por lo que la gente chacharea, y los dueños de los periódicos eran los Henríquez y Carvajal.  Socorro Sánchez no tenía más que la oposición de los políticos sinvergüenza”, manifiesta Lilian.

“Dolores fue la primera diplomada del país. Cuando todavía no había bachilleres en la Escuela Normal de Salomé, Socorro Sánchez gradúa una promoción en 1887, que va a estudiar al Instituto profesional”. Otilia Peláez, ex alumna de Socorro Sánchez, y Patria Mella viuda Pereyra, hija de Anita Del Monte, también discípula de Socorro, facilitaron a Lilian estas pruebas escritas. “Corresponde a Socorro Sánchez el mérito de haber sido la primera en comprender que “la mujer es un ser inteligente y sociable con derecho a trabajar por el desarrollo de su inteligencia y su perfección moral”, como dice en el discurso del tres de junio de 1876 en Santiago, donde puso a funcionar una biblioteca para señoritas en la calle Sol 50, y fundó el colegio “Sagrado Corazón de María”, recuerda.

En 1881, agrega, fundó en Santo Domingo el colegio “La Altagracia” y colaboró con los periódicos “El Dominicano”, “El Telegrama” y “El Telégrafo”. Además, tocaba el arpa. Pero, señala Lilian, “la maestra”, como la llamaba Lilís, fue opacada aunque se adelantó demasiado a su época. Todavía había muchas rencillas desde la Independencia, fusilaron a su hermano, a su tía, ha existido un odio, un rencor hacia ella y la borraron. ¿Quién conoce la historia de Socorro Sánchez como maestra? Nadie, temían quitarle la primacía a Salomé”, reitera la vehemente historiadora.

Ese mismo olvido sepultó el nombre de Dolores, “su alumna distinguida, fruto de su intelecto”,  para quien pidió Manuel Rodríguez Objío un mes antes de fusilarlo, “el alimento espiritual”. Dolores nació y creció en la calle Santomé de Santiago donde su madre,  que se dedicaba a la costura, hablaba francés, y era amante de las letras, le dio las primeras enseñanzas. Luego asistió a la escuela de María Nicolasa Billini hasta trasladarse a Santo Domingo donde Socorro la especializó en el magisterio.

Las nietas indican que “Mamá Lola” escribía artículos en prosa y fue inspirada poetisa. Conservan este acervo. En San Carlos fundó el colegió “El Amparo”. Aclaran que el 22 de enero de 1885 el Ayuntamiento aumentó 20 pesos a la subvención mensual de 30. Remiten a “El Eco de la Opinión” para comprobarlo y a “El mensajero” del 24 de octubre de 1887 que da cuenta de la conferencia que Dolores pronunció en la sociedad “El Porvenir”. También a trabajos de María Ugarte y Clara Ornes, en El Caribe.

“En ninguna guerra”. “No pudo estar presente en las guerras restauradoras, nació en 1867”, expresa Lilian. La versión de otros  nietos se publicó en el entendido de que podría estar equivocada la fecha de nacimiento anotada por Ramón Lugo, considerada correcta por la nieta.

Negaron además que los Grullón, parientes de Dolores, la despreciaran por ser bastarda, como afirmaron los descendientes. “Mamá Lola era para los Grullón “Tía Lola”, y para nosotros, Marianita Grullón era “tía Mariana”, comenta Lilian mostrando un poema de Dolores a su hermana de padre. “Siempre nos hemos llevado bien”.

Temístocles, el esposo de Dolores, no tocaba violín ni otro instrumento, y no fue Milagros uno “de los tres amores” de la educadora, sino Bienvenido del Castillo Rodríguez, esclareció Lilian. “Mamá Lola no era ahijada de Francisco del Rosario, sino de Socorro, y no viajaba a Monte Cristi, iba a Santiago a visitar al padre González, “su primito hermano”.

“No coleccionaba nada”, como se publicó, “tenía una cotorra y a las tres de la tarde se sentaba en una sillita con un banquito para los pies a comer galletitas”. En cuanto a que al morir encargó a dos hijos a Jesús Bienvenido, Lilian reaccionó: “Eso es simpatiquísimo. Ella muere en 1941 y esos “niñitos” tenían 34 y 32 años, profesionales, casados, con hijos”.

Desmintieron que Luis Conrado del Castillo, uno de sus hijos más brillantes, le leyera sus discursos contra la ocupación de 1916 antes de pronunciarlos porque se caracterizó por ser “un gran orador que improvisaba. Quienes le acompañaron en sus campañas fueron Mélida Morales, su esposa, y sus hermanas Rita Indiana y Mencía”. Añade Lilian que las disertaciones se conocieron porque trascendieron a la prensa.

 En torno a los hijos, uno se llamaba Amable, no Armando, como consigna Carlos Larrazábal, y tuvo 12 hijos, no diez, tomando el dato del diario de Dolores que conserva Lilian. “Eran Luis Conrado, Blanca Luz (Áurea),  Flor de Oro, Ángel Benigno (murió niño), Rita Indiana, Dolores Mencía, Jesús Bienvenido, Amable Antonio, Consuelo Aurora, Flérida Americana (fallecida de meses), Fernando Arturo y Francisco Augusto. “Le puso Rita Indiana porque papá Manuel le decía a Rita Reyes: “Indiana, pasionaria flor querida/ tú serás para mi vida/ delirio eterno y feliz”.  Rita fue la mujer que lo marcó”.

Zoom

Lilian y Esperanza

Cuentan infinitos recuerdos de la ilustre abuela. La primera la visitaba los domingos pero Esperanza vivió junto a ella. Lilian, nacida el 20 de enero de 1932, es hija de Consuelo Aurora y Esperanza Aurora, de Bienvenido. Esperanza nació el siete de abril de 1924.

La calle. Fue Otilia Peláez viuda Marchena quien propuso una calle para Dolores Rodríguez Objío. María Ugarte publicó esta información en El Caribe, el 17 de noviembre de 1973.

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