Máximo Ares García fue valiente revolucionario que junto a Desiderio Arias se rebeló contra Rafael Léonidas Trujillo en 1930 cuando el incipiente dictador iniciaba su reino de terror. Desde entonces debió salir de la República cruzando el río Masacre, asilándose en Cabo Haitiano y luego embarcándose a Puerto Rico, donde fue rechazado por Migración. Eran los obstáculos iniciales de un largo exilio que se prolongó hasta la caída del sátrapa.

Previamente ejerció el magisterio, y como había casado antes de 1930, sacrificó con su ausencia a la familia de cuatro hijos y la esposa, Eloína Hevia Torres, puertorriqueña, intentando cerrar el paso a las aspiraciones tiránicas de quien pronto sería proclamado “El Jefe”.

Trujillo presionó a Sténio Vincent, presidente de Haití, para que lo sacara de su territorio y Ares García arribó a Curazao, después voló a Colombia donde encontró la oposición del gobernante Gustavo Rojas Pinilla y fue finalmente en Venezuela donde encontró reposo su  atormentado espíritu. Sin embargo, pocos años después debió emigrar, en compañía de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Pérez y otros demócratas venezolanos, ante la instauración del Gobierno del general Marcos Pérez Jiménez. Se trasladó a España pero retornó después a Venezuela, donde desarrolló una intensa campaña antitrujillista financiando considerables empresas y propagandas. Allí se constituyó en fundador del Partido Revolucionario Dominicano.