Al general Pedro Antonio Lluberes se le tiene como introductor del suero antitetánico en el país, fue varias veces secretario de Estado, distinguido ciudadano, generoso, filántropo, pero la faceta de él que se destaca y que le hizo merecedor de una calle con su nombre, es la de haber sido el urbanizador de Gascue, en 1911.
De Santurce, Puerto Rico, donde viajaba a tomar baños termales, copió el modelo de venta de solares y construcción de casas que aplicó en ese sector. Inicialmente sólo vendía parcelas de mil metros cuadrados que medían 25 de frente y 40 de fondo, pero después los comercializaba provistos de viviendas con galería al frente, sala, comedor, dos dormitorios, cuarto de baño, cocina y un martillo con un tercer aposento. Un balcón en la parte trasera unía las habitaciones.
De él hay pocas fotos y escasas referencias escritas que no sean las que lo vinculan a ese exclusivo ensanche y a sus antepasados proceros. Su padre tuvo destacada actuación en la proclamación de Independencia. Como rasgo negativo se le atribuye exagerada lealtad a la tiranía de Ulises Heureaux.
La calle El 25 de noviembre de 1930, el Presidente Rafael Trujillo solicitó al Ayuntamiento que se designara una calle de la capital en homenaje a Don Pedro A. Lluberes, lo que dio lugar a una polémica entre los periódicos La Opinión y Listín Diario porque el primero propuso que se denominara con ese nombre a la calle Dr. Delgado
Más que como Jefe de Estado como munícipe de esta ilustre ciudad de Santo Domingo de Guzmán, me permito sugerir al espíritu de equidad de ese Ilustre Cabildo, designar con el nombre de aquel distinguido munícipe, generoso espíritu y bondadoso varón, que se llamó Don Pedro A. Lluberes, la calle que consideréis propicia para tal consagración del ensanche Gazcue (sic), futuro joyel de la Ciudad Primada de América, ubicado en terrenos que fueron propiedad de aquel prestante dominicano, escribió Trujillo.
Al día siguiente se acogió con entusiasmo la petición, votada de pie por los regidores presididos por Teódulo Pina Chevalier. Se nombró una comisión para escoger la vía, pero pasaron meses sin que se seleccionara. La Opinión consideró altamente justiciera y bien inspirada la iniciativa, que respaldó, sobre todo porque los méritos como ciudadano y munícipe de Pedro A. Lluberes son indiscutibles. Agregó que la calle que llevara ese nombre debía ser una de las más distinguidas y principales 6porque nada podía ocupar un rango superior al de Pedro A. Lluberes, que fue el fundador sustancial de aquel bello ensanche y consideró que esa debía ser la Dr. Delgado.
Pero el Listín enfrentó a La Opinión. Pese a que también destacó que Lluberes fue quien comenzó el hermoso ensanche de Gazcue (sic) y merecía que se le recordara imperecederamente manifestó que ponerle su nombre a la Dr. Delgado sería desvestir un santo para vestir otro. Es evidente, indicó, que hay quienes desconocen las virtudes y los méritos del doctor Pedro A. Delgado y los enumeró para que fueran recordados. La Opinión consideró que el Listín sólo quería mortificar y replicó que desde el punto de vista de Gazcue (sic) nadie tiene más derecho a una perpetuación honrosa que Pedro A. Lluberes porque fue su fundador, además de ser un benefactor y un altruista
Concluyó retirando la insinuación pero adelantó que sería difícil que la comisión encontrara la calle que honrara justicieramente a Lluberes, a quien llamó el Padre de Gazcue. Sugirió que fuera el antiguo callejón de Santa Ana ( Mariano Cestero), que estaba en bastante mal estado, para ver si lo reparaban. A pesar de profundas búsquedas, no se localizó la fecha en que se escogió la calle para establecer si se trata de la misma que hoy se identifica como tal.
En carta pública, la familia Lluberes agradeció a Trujillo su generosa y espontánea manifestación a favor de su inolvidable deudo que, según ellos, fue bondad y nobleza en el curso de la vida. Firmaron René B. Lluberes, Dr. Edmundo R. Lluberes, Belarminio Lluberes, Oscar Lluberes, Rafael Lluberes, Julio C. Lluberes, Luis A. Cambiaso Mejía, Juan Bautista del Toro, Félix María Lluberes, Francisco A. Lluberes, Félix Lluberes hijo, Andrés Francisco Lluberes, Idolomico Lluberes, Miguel Lluberes, Ramón Saviñón Lluberes, Osvaldo Lluberes, Mario C. Lluberes, Salvador Peña, Francisco José Lluberes, Mario A. Saviñón, Francisco Lluberes Vilorio, Vinicio Lluberes, René Lluberes, Patria y Eliseo Lluberes.
En obras sobre Gascue se afirma que Lluberes compró los terrenos a Casimiro N. de Moya. Estas propiedades pertenecieron originalmente a Francisco Gascue y Oláis.
En el corazón de ese sector levantó Lluberes el residencial La Aguedita, bautizado así en honor de su esposa. Ahí construyó 14 viviendas, una para cada hijo. Pedro A. Lluberes murió el 25 de diciembre de 1919.
La calle que le recuerda nace en la Avenida Bolívar y muere en la avenida Francia, en Gascue.
El protagonista
Pedro A. Lluberes
Dato: GENERAL
Nació en Santo Domingo el 15 de mayo de 1855, hijo de Félix Mariano Lluberes y Encarnación Saviñón. Fue bautizado en la Catedral el 13 de junio de ese año. En 1893 el Congreso Nacional autorizó al general Pedro A. Lluberes demoler las ruinas que estaban dentro de los terrenos que le donó el estado a Luis F. Durán, según anotaciones de Vetilio Alfau, extraídas de la Colección de Leyes. Lluberes ocupó, entre otras posiciones, la de administrador de Hacienda.
Sus padres eran primos y él también casó con su prima Águeda Rosa Saviñón, el 11 de abril de 1878. Procrearon 14 hijos: Pedro Altagracia de las Mercedes, Julio César, Rafaela, Luis, Oscar, Asia, Héctor, Barón Belarminio, María Julieta, Grecia, Edmundo Rodolfo, Natalia María Concepción, René y Rafael. Llevaban sus mismos dos apellidos.