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SANTA CRUZ, Bolivia, (AFP) – La próspera ciudad de Santa Cruz, que el viernes reunió un multitudinario cabildo de centenares de miles de personas, recobró este sábado la calma tras haber dado un firme ultimátum al presidente Evo Morales de formar un gobierno autónomo si no escucha sus demandas.
La plaza de armas, que albergó las dos últimas semanas carpas atestadas de huelguistas de hambre en favor de la autonomía, tendidos al aire libre en colchonetas y hamacas, recobró un aire festivo con arreglos y luces de colores en una especie de tregua navideña que no esconde el grave enfrentamiento entre el gobierno de Morales y los departamentos de Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.
La víspera, en el multitudinario mitin, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, dijo que si la nueva Constitución -que debe estar lista en agosto de 2007- no aprueba una autonomía de amplias facultades para los departamentos, éstos considerarán que existe “un claro rompimiento institucional”.
Ante esta situación, el líder de Podemos, la principal fuerza de la oposición, el ex presidente Jorge Quiroga le pidió este sábado al Gobierno “escuchar el clamor popular” y respetar la ley para que la nueva Constitución “sea de todos los bolivianos”.
En una conferencia de prensa ofrecida en La Paz, Quiroga dijo que la oposición espera del Gobierno “una palabra clara en el sentido de que se va ha respetar la democracia, se va ha cumplir la Ley como mecanismo para garantizar la unidad y la paz social entre bolivianos”.
“Estamos cuatro meses varados y trancados en el empeño y la obstinación del gobierno”, arremetió.
El ex presidente anticipó que sus representantes permanecerán en Sucre, al sur del país, donde delibera la Asamblea Constituyente, a la espera de una apertura al diálogo para saldar la crisis y no “seguir viviendo en vilo, con enfrentamiento con polarización, con división”.
En estos intentos de abrir el diálogo, se anunció para el lunes una reunión en la sureña Tarija, de los prefectos y líderes cívicos de las cuatro provincias en las que se realizaron los cabildos y que conformaron una junta autonómica para coordinar y poner en marcha medidas en defensa de sus demandas.
En caso de que el tipo de autonomía no satisfaga, las prefecturas podrán “dotarse de un régimen autonómico departamental” de facto, había afirmado el viernes Costas ante cientos de miles de personas.
“Queremos un Estado social, democrático, de derecho, plural e incluyente, con ciudadanos libres”, postuló ante la concentración, que él mismo estimó en un millón de personas.
En Tarija, Beni y Pando, donde los gobernadores y las organizaciones civiles son afines a partidos de derecha, también se concentraron miles de personas para exigir autonomía.
Con un nudo en la garganta por la evidente derrota política, Morales se limitó la noche del viernes a felicitar a los cabildos.
“Estoy muy satisfecho por las intervenciones (de los gobernadores y líderes ciudadanos) por la unidad del país, porque el país quiere unidad, no se puede seguir pensando en división”, afirmó.
Un par de horas antes, había definido sin embargo esas reuniones como el encuentro de oligarcas que quieren quitar el trabajo y las tierras a los pobres e indígenas.
En contraposición a los temores de eventuales pedidos de independencia, separatismo o secesión, los cabildos reafirmaron el carácter unitario de su lucha autonomista.
Por otra parte, miembros del Comité Cívico de Santa Cruz, anunciaron este sábado que presentarán una demanda legal contra 28 ciudadanos, entre ellos algunos dirigentes del oficialista Movimiento Al Socialismo, a quienes acusan de actos criminales en un enfrentamiento que se produjo el viernes en un paso carretero por el que impidieron que adherentes a la oposición asistieran al cabildo de Santa Cruz.
Al menos 22 personas fueron heridas durante violentos choques entre indígenas y opositores al gobierno boliviano de Evo Morales en San Julián, una comarca situada al norte de Santa Cruz, horas antes de la celebración del cabildo autonomista.
