¿Calor eh? Pues falta más…

¿Calor eh? Pues falta más…

POR DOMINGO ABREU COLLADO
Corría el año 2001 (y el calor también corría) cuando el experto y director adjunto de la Organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud, expresó que “no se sabe si el hombre continuará en el 2005 arrojando el dióxido de carbono en la atmósfera”. Pues mire que sí, el hombre continuó y no se ha detenido. Por lo que no es de extrañar que el calor se mantenga o haya aumentado.

El año 2005 señalado por Jarraud era uno de los años en que se suponía que debíamos haber hecho descender las emisiones de dióxido de carbono y así intentar provocar el descenso de las temperaturas globales.

La preocupación por las temperaturas irregularmente altas en el planeta hicieron que los científicos consideraran designar un día del año para dedicarlo a llamar la atención mundial sobre el problema del calentamiento global, principalmente, y sobre otros aspectos del ambiente.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1972, decidió dedicar el día 5 de junio a ese propósito, llamándole Día Mundial del Medio Ambiente. Pero aparte de celebrar el día como una especie de “cumpleaños de esa decisión”, los seres humanos hemos continuado vertiendo cada vez mayores cantidades de CO2 a la atmósfera… y los resultados no se han hecho esperar por mucho tiempo.

El registro de 2001 superó en 0,42 grados al promedio de las temperaturas del periodo entre 1961 y 1990, precisó en ese entonces la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es la agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su informe anual sobre el estado del clima.

Anteriormente, y según los estudios realizados desde 1860, el año más caliente ha sido 1998, de acuerdo con los registros de la OMM. En ese año las temperaturas fueron 0.54 grados centígrados más altas que las temperaturas promedio entre 1961 y 1990.

En ese año: 2001, los registros de temperatura confirmaron la tendencia continua del recalentamiento planetario, lo que ha causó una elevación de más de 0,6 grados en los últimos 100 años. Se preveía que las temperaturas promedio seguirían elevándose de manera continua y gradual, como lo había predicho el director del Programa de Clima Mundial de la OMM, Ken Davidson.

En el año inicial del tercer milenio las condiciones climáticas se caracterizaron por fenómenos extremos, como las temperaturas de octubre en el centro de Inglaterra, que superaron todas las marcas de los últimos 343 años, cuando se establecieron los registros.

Es decir, que la cuestión no se limita a las temperaturas extremas altas, calurosas, sino también las extremas bajas. Una especie de péndulo climático que puede ir extendiendo su pendular hasta extremos insospechados.

En el mismo 2001, las temperaturas invernales fueron muy bajas en Mongolia y en Rusia. Cerca de 60 grados bajo cero de mínima se registraron en Siberia central y del sur durante un periodo de dos semanas a comienzos de enero.

Durante la prolongada estación invernal murieron de hipotermia más de 100 personas en la región de Moscú. También el norte de India soportó fríos agudos en enero, que causaron la muerte de más de 130 personas.

Bolivia fue alcanzada por temperaturas muy bajas y por nevadas a fines de junio. El fenómeno causó numerosas muertes en las ciudades de La Paz, El Alto y Tarija.

Los huracanes y las tormentas tropicales del Atlántico norte fueron superiores en número al promedio. Se registraron 15 tormentas, cinco más del promedio y el mismo número que en 2000.

Lo que podemos hacer los ciudadanos

El mayor de todos los problemas, en relación con lo del calentamiento global,  el cambio climático y la cadena de males que acarrean, es que la gente siente que no es culpable. Ese es el mayor problema, porque hay que convencer a la gente de que sí, todos somos responsables de esta situación, con nuestra desmesurada demanda de cosas, artículos, comodidades y energía eléctrica para todo.

Es importante saber que en la actualidad, no hace cien años o menos, todo lo que consumimos o usamos demanda energía para su producción y distribución. Por lo que mientras más artículos usamos y demandamos más energía se necesita para producirlos.

Desde el transporte hasta el papel higiénico, desde una gorra hasta una carne “a la plancha”, necesita energía que es suministrada en su mayor parte por combustibles fósiles, es decir, petróleo, cuya combustión en todo el planeta es lo que causa el sobrecalentamiento.

Usted puede hacer algo para resolver esta crisis climática que enfrentamos y que podría crecer. Aquí le sugerimos 10 cosas que usted puede hacer para ayudar.

Pero algunas predicciones erran

Con todo y lo científico de las investigaciones sobre el cambio climático y sus efectos, algunas predicciones erran en sus pronósticos. Pues, como se trata de eventos desconocidos “en carne propia”, es decir, sobre los que no se tienen experiencias vividas, algunos augurios son luego sustituidos por otros augurios… pero más amargos todavía.

Muchos de los estudios realizados sobre el calentamiento global tuvieron como base la estratigrafía de los hielos, en los polos, puesto que éstas guardan una especie de cronología climática, muy confiable, de cientos de miles de años.

Sin embargo, estudios más recientes realizados en la Universidad de Berkeley, y publicados en este mismo año, 2006, sugieren que los datos obtenidos del estudio de los hielos antárticos no definen los procesos específicos que provocaron el calentamiento de épocas pasadas, pero sospechan que la subida de la temperatura en suelos y océanos derivada de los rayos solares provocaron mayores emisiones de CO2 y metano a la atmósfera.

Estos estudios reclaman que sería inexacto contar solamente con los aportes de CO2 realizados por los humanos para tener una idea de cómo serán los próximos años en materia de calor. Consideran que es necesario añadir a los modelos actuales los procesos naturales contaminantes, “como complemento a las emisiones producidas por los combustibles fósiles y otras actividades humanas”.

Es decir, como consecuencia de la elevación de la temperatura, los rayos del sol harán producir una mayor cantidad de CO2 de origen natural, elevando entonces la cantidad de este gas en la atmósfera, lo que haría empeorar la situación climática.

En otras palabras, las estimaciones que se realizan en cuanto la elevación de temperatura para los próximos años: entre 1.5°C y 4.5°C, se quedan cortas porque ignoran las emisiones adicionales de dióxido de carbono que la Tierra también genera como consecuencia del aumento de la temperatura. Eso significa que habrían emisiones extras de CO2 que hay que tomar en cuenta.

10 Cosas para ayudar a resolver la crisis

1. Conéctese a la energía verde. La mayor parte de la energía que usamos viene de combustibles fósiles, mucha gente está prefiriendo usar energía generada por fuentes más limpias, tales como el sol, el viento, el calor o la quema de biomasa.

2. Compre sustitutos para neutralizar sus emisiones. Es virtualmente imposible eliminar nuestros aportes personales a la crisis climática solamente reduciendo emisiones. Al comprar sustitutos del carbón usted colabora con proyectos que reducen las emisiones de gas de invernadero.

3. No desperdicie papel. Además de reciclar, limite el uso de toallas de papel. Preferiblemente use paños de algodón lavables. Use ambos lados del papel siempre que sea posible. Detenga el correo basura: periódicos, cartas, propaganda, brochures, etc.

4. Lleve consigo su propia botella para agua y bebidas. En vez de comprar botellas de agua, cuya fabricación demanda grandes ecursos de energía, compre una botella reusable y téngala siempre con usted, llena de agua o jugos.

5. Reduzca basura antes de comprar. Prefiera productos cuyos empaques pueda reusar o reciclar, o que no traigan exceso de empaquetamiento. Siempre que sea posible, compre al por mayor.

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