POR SOILA PANIAGUA
La Cámara Americana de Comercio consideró ayer una prioridad nacional, aprobar el proyecto de reforma fiscal, pero sin el impuesto al sirope de maíz, tras plantear que esta nación necesita concretar el acuerdo stand-by con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Además, el director ejecutivo de esa entidad, William Malamud, calificó como un secuestro de la reforma fiscal, la decisión del Congreso, de incluir dentro de esa pieza un impuesto de 25% a las importaciones de ese producto.

Exhortó a los productores agropecuarios a discutir en otro escenario y en otro momento, todo lo relativo al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la protección de ese sector mediante medidas impositivas.

Malamud manifestó que en estos momentos la urgencia del país, es la aprobación de la Reforma fiscal.

Reconoció que aunque fue acelerada la negociación del Tratado con Estados Unidos, las mismas fueron transparentes.

«Vamos a hacer esto, paso por paso. ¿Cuál es más urgente ahora?. Es la reforma fiscal, para restablecer el acuerdo con el Fondo Monetario y poder negociar con el Club de París la renegociación de la deuda con instituciones privadas», manifestó.

Expresó que se puede tener un debate nacional sobre el TLC, pero que  no se debe secuestrar la reforma para matar el acuerdo.

“Para discutir el TLC hay tiempo, otros escenarios y manera de solucionar ese problema. Esta la OMC, hay salvaguardia», sostuvo.

Dijo que como institución, la Cámara Americana de Comercio cuenta con unos 3,000 socios de empresas de capital extranjero y local y que creen que eso es de interés nacional.

 Cuestionó la protección de los mercados, por entender que quienes pierden son los consumidores, que deben adquirir con su dinero el producto que los más poderosos les imponen y un precio superior.

Opinó que el TLC con Estados Unidos y República Dominicana, es un tema que requiere un debate nacional, dada su importancia económica y social, pero en su momento.

«Nosotros vemos dos temas muy distintos: el tratado de libre comercio con Estados Unidos, sumamente importante para el país. Otro tema es la reforma fiscal, que es urgente para poder enfrentar la crisis que afecta el país, ahora», manifestó.

Opinó que el país requiera de una reforma fiscal lo antes posible y opinó que el debate del TLC debe analizarse en otra ocasión y que si los productores agropecuarios creen que pueden ser afectados, deben hablar de eso en ese debate.

«Desafortunadamente, poner ese impuesto de 25% al sirope de maíz en el proyecto de reforma fiscal, es un secuestro de la reforma fiscal y ese tema debe ser separado», dijo.

 Añadió que los dominicanos deben estar claros de que el impacto de las importaciones de sirope de maíz no se sentirá hasta en un período de cinco años o más, bajo el acuerdo, el cual debe ser aprobado, tanto en el país, como en Estados Unidos y que después es que viene un desmonte gradual año por año.

El TLC entre Estados Unidos y República Dominicana no se conocerá en esa nación al menos hasta enero del 2005 y probablemente después por el momento político que viven los estadounidenses, dijo.

Comentó que expertos consultados han dicho que las importaciones de sirope de maíz en el marco del TLC, no impactará en la producción dominicana, al menos en cuatro años más.

Sostuvo que es inexplicable la histeria que se ha desatado en el país en torno a ese tema y el interés de algunos productores y congresistas, en que  se incluya el gravamen en el proyecto de reforma fiscal.

Explicó que las importaciones de sirope de maíz, sólo ocuparían hasta un 16% de la demanda nacional.

«Si el mercado nacional es de 350,000 toneladas de azúcar, solo el 16% de estas es vulnerable al sirope de maíz. Estamos hablando de unas 50,000 toneladas que equivale a unos US$20 millones a los precios actuales. Entonces, los ingresos que el impuesto de 25% generaría serían unos US$5.0 millones. Esto no va a cambiar al mundo», sostuvo Malamud.