Cambia el poder, pero las naciones siguen dominando

Cambia el poder, pero las naciones siguen dominando

POR GEORGE PARKER
En Bruselas

El cambio de Cataluña para convertirse en “una nación”, confirma su estatus como una de las que porta la bandera por una Europa en la cual el poder está desplazándose hacia las regiones. En todo el continente, el poder regional está en ascenso, desde la devolución del parlamento en Escocia hasta la tendencia hacia la descentralización en los antiguos estados comunistas de Europa Oriental.

Sin embargo, los federalistas europeos que esperaban que las regiones eventualmente usurparan el papel de los gobiernos nacionales, se han desencantado: el estado nación parece que dominará los asuntos de la Unión Europea en un futuro previsible.

Durante los años de 1990, los federalistas promovieron la idea de una “Europa de las regiones”, en la cual las capitales regionales trabajaran directamente con un naciente gobierno de la UE en Bruselas, poniendo a un lado los estados naciones que habían gastado gran parte del siglo XX en guerra.

El Tratado de Maastricht de la UE estableció un Comité de las Regiones, que primero se reunió en 1994, para encarnar este punto de vista, pero se ha mantenido poco más que un taller de conversaciones de consulta.

Durante la década pasada, el sueño federalista fue sustituído por una afirmación más firme de autoridad nacional en un nivel de UE, incluyendo países como Alemania, que tiene el sistema de gobierno con más traspasos del poder.

“Los países con un buen historial de federalismo, como Alemania y Bélgica, se han desplazado en la dirección contraria”, dice Daniel Gros, director del Centro de Estudios Políticos Europeos.

El programa de traspaso del Reino Unido, que dio más autonomía a Escocia, Gales e Irlanda del Norte, no ha hecho nada por reducir el papel del gobierno británico en los asuntos europeos, al igual que los gobiernos de Alemania, Bélgica y España continúan defendiendo intensamente sus fuertes posiciones nacionales.

Un intento por aumentar el papel de las 254 regiones de Europa en la UE, donde se toman las decisiones, se inició durante la redacción del tratado constitucional de la unión, pero con poco éxito.

Cataluña ha ido tan lejos como puede en el marco de la UE sin convertirse en un estado independiente.

Tiene un alto grado de autonomía sobre el gasto de los fondos de la UE -aunque Madrid tradicionalmente trate de echar mano al dinero regional para gastarlo en programas nacionales- y el catalán ahora es una lengua semi-oficial de la UE.

La UE, que ya está batallando con la complicación administrativa de una unión con 25 estados miembros, es neutral en el tema de si las regiones deben ser independientes.

Michel Delabarre, el presidente francés del Comité de las Regiones, dijo que el traspaso de poder es bueno per se. “La descentralización produce un gobierno que está más cerca del ciudadano, más transparencia, más eficiencia, y mayor probabilidad de rendir resultados concretos en el terreno”, dijo.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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