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La República Dominicana ha pasado de ser un país con un bajo perfil de endeudamiento a uno donde su nivel de endeudamiento comienza a ser motivo de preocupación para algunos sectores.
El gran cambio se ha producido en los últimos años, pues en 2005 el pago de intereses como proporción de los ingresos del Estado apenas alcanzaba el 6.4 por ciento, pero a partir de entonces se ha producido un crecimiento sostenido que ha llevado ese porcentaje a 17.7 en 2012.
Aunque algunos organismos internacionales miden la capacidad de endeudamiento del país en función de la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), otros consideran que la forma más correcta de medirla es en función de lo que representa el pago de los intereses de la deuda como proporción del total de ingresos del Estado.
El temor es que los altos niveles de endeudamiento en algunos países pueden reducir el margen para una respuesta contracíclica de la política fiscal.
Entre quienes se inscriben en esta posición está Rafael Fornet, quien acaba de hacer una publicación en la página del Centro Regional de Estudios Económicos Sostenibles (CREES) en que afirma que una medida para verificar la sostenibilidad de la deuda es la proporción de intereses/ingresos tributarios, la cual se recomienda no debe ser superior al 15% de los ingresos.
Agrega que un porcentaje superior indica una mayor probabilidad de default o cesación de pagos.
En el caso de República Dominicana, tomando los ingresos totales vemos como en 2011 se llegó a 16.1% y en el 2012 esta relación alcanzaba 17.7%. Es decir, en el 2012 el gobierno destinó el 17.7% de sus ingresos al pago de intereses de la deuda, afirma Fornet.
En cambio, el Banco Central ha sostenido una posición contraria, quienes expresan preocupaciones por el nivel de endeudamiento que está alcanzando el país. Por su naturaleza de economía pequeña y abierta así como por su condición de país importador de petróleo sujeto a presiones en las operaciones corrientes de la Balanza de Pagos, necesita financiamiento para crecer de forma sostenida, ha dicho el Banco Central.
