Cambiar modelo: manos a la obra administrando presupuesto

Cambiar modelo: manos a la obra administrando presupuesto

Todos postulan cambiar modelo vigente. El Presidente Medina, opositores, así lo han reconocido. Incluso Leonel Fernández, que lo entronizó, mediante fiscalidad deficitaria, basamento de especulación financiera en detrimento productivo, parasitismo estatal subsidiando pobres y enriqueciendo rentistas. Y depravadas prevaricaciones.

El presupuesto 2014, expresión financiera de políticas constituía excelente oportunidad para cambiarlo hacia uno satisfactorio de necesidades, productor de autosuficiencia en bienes, generadora de puestos de trabajo para disminuir subsidios y delincuencia.

Para ello la fiscalidad tenía que cambiarse de deficitaria a superavitaria y así disponer excedentes, poder invertir en infraestructura productiva y satisfacer necesidades sociales. Y eliminar que el Estado sea demandante de recursos domésticos potencialmente disponibles para producción.

Pero no ha sido así. Persiste fiscalidad deficitaria: Se presupuestan gastos superiores (43%) a recaudaciones por RD$282 millones a ser cubiertos con financiamientos por US$5,000 millones. Además, legisladores acicateados por competencias políticas e instituciones, organizaciones y comunidades, demandan inclusiones agravadoras del déficits.

Cambiar modelo dentro del Presupuesto ya no es posible. Solo queda recurrir a precauciones sobre administración presupuestaria preceptuadas en los arts. 43 y 44 de la Ley Orgánica de Presupuesto.

Este último establece que “Las apropiaciones presupuestarias… constituyen…límite máximo de gasto, sujeto a la disponibilidad efectiva de los ingresos estimados….En ningún caso constituyen un derecho adquirido por…cada organismo”.

Y el art. 43 ordena que la DIGEPRES “efectuará la distribución administrativa de los gastos”…consistente…” en la desagregación de las apropiaciones… pudiendo llegar hasta los últimos niveles previstos. Esta distribución será aprobada por el Poder Ejecutivo”.

Implementar estas previsiones impone cambiar el modelo de administración fiscal, caracterizado, esencialmente, en los últimos años, por gastar primero y luego buscar recursos.

Se impone disponer el gasto después de conocer los ingresos, procediendo con las previsiones necesarias para guardar las proporciones que el Presupuesto establezca entre cargas fijas e inversiones.

Al someterse a este cambio se viabiliza otro: estimular el ahorro interno, excedentario, detentor del endeudamiento; viabilizando inversiones con recursos propios conducentes a mayor adecuación a urgencias y prioridades nacionales como emplear tecnologías de uso intensivo de mano de obra

Los excedentes harían menos necesario que el Estado succione recursos privados a altas tasas de interés distorsionantes del mercado monetario-crediticio; quedando disponibles para financiar procesos productivos.

El alejamiento del Estado del mercado financiero doméstico reduciría tasa de interés, estimulando economía: produciendo y exportando más, importando menos. Más personas trabajarían, cobrarían y comprarían; reincidiendo en producción. Y ventas finalmente traductoras de mayores recaudaciones.

No visualizamos otra alternativa para cambiar el modelo vigente que modificar previamente la administración presupuestaria conforme manda la ley cuando las apropiaciones superan las recaudaciones.

¡¡¡Mano a la Obra!!!

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