¿Cambiar noticias por música?

¿Cambiar noticias por música?

En el artículo anterior empezamos hablar sobre CDN Cadena de Noticias, que presenta el caso curioso de un producto exitoso, y que sin embargo, ha fracasado en el sentido de que sus propietarios han decidido cambiar su línea, lo cual en radio y televisión indica la desaparición del concepto del producto.

Ahora continuaremos hurgando sobre las posibles causas de este contrasentido mercadológico.

Una de ellas puede ser que se ha estado comentando la posibilidad de prohibir a los grupos financieros, bancarios, etc., la poseción de medios de comunicación en nuestro país. Debido a las consecuencias que puede traer el hecho de que manejen medios y manipulen la opinión pública a su favor, a pesar de tener quizás trompos embollaos o gatos entre macuto, como decimos los dominicanos, aludiendo a manejos inmorales y turbios. Desde este punto de vista se justifica que el banco quiera abandonar un negocio que lo pondría en dificultades en caso de aprobarse una ley que prohiba eso. No obstante, su respuesta no debió ser la de destruir o disolver el producto que creó un medio dedicado exclusivamente a las noticias sino que lo correcto era preservar su rating, la profesionalidad con que se ha llevado, sus recursos técnicos, de talento y de tecnología, y con ese aval, proceder a venderlo a buen precio.

Porque, por ejemplo, estuve esta semana pasada una conversación con don Pito Mota siempre creí que era don Tito el nombre de este gracioso e inteligente caballero y con Mildred Charlott y me confirmaron una vez más toda la fuerza de audiencia que tenía ese programa llamado Diga usted. Y es que CDN tenía los dos elementos básicos que caracterizan a la época que vivimos: la información y la interacción.

Ese programa de don Pito, además, estaba ajustado a la situación económica que viven hoy los sectores de clase media, media baja y baja de la sociedad. Los cuales con frecuencia necesitan vender o comprar artículos de oportunidad, necesitan consejos personales, requieren de entretención con alguien que de forma simpática endulce su vida en las primas noches, como hacía el muy oído programa de don Pito. Era una especie de programa de clasificados por radio, con el ingrediente de que también le agregaba el buen humor en el que don Pito es rico.

Es decir, cambiar esta originalidad y atracción, esta tremenda radioaudiencia por programas musicales, es un grave error mercadológico. Y más sabiéndose que en el campo musical, en el país hay toda una cantidad inmensa de emisoras que se disputan a los oyentes sin que ninguna logre irse muy lejos de las demás. Debido a que es lo más común en la radio. Un renglón muy competitivo y muy dependiente de las modas del momento. Unas veces es el rock, otras la bachata, otras el merengue, otras las baladas en inglés o en español, la música vieja, el llamado reggeton, el rap y otras muchas formas musicales que participan en esta verdadera audio tele guerra.

La virtud de la Cadena de Noticias ha sido salirse de ese montón y encontrar lo que en mercadeo llamamos un nicho, un espacio único. Una proeza semejante a la de CNN a nivel internacional. Por conseguir eso habían luchado en vano muchos hombres y mujeres de negocios. Noticiario Cristal, Radio Mil Informando, Radio Millón, RNN, Radiocadena Comercial, TV 13 en los tiempos de José Semorile y otros fueron intentos fallidos. Y lo mejor del caso es que adquirió un blanco de público que si bien no es el más numeroso, es el de mayor fuerza de consumo, el que tiene más poder de compras. Porque se sabe que a quienes les interesan las noticias es a los adultos, y estos son quienes deciden qué se compra y se vende, y tienen con qué.

En mi próximo artículo, me referiré a los excelentes juicios de Radhamés Gómez Sánchez, creador del programa Hablando en la Cadena, sobre el caso CDN.

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