¿Cambio de rumbo?

¿Cambio de rumbo?

O el ministro de Economía es contradictor de la política económica seguida por el Gobierno, o estamos ante señales de una posible rectificación. Que una voz oficial de primer orden en la planificación económica coincida con las advertencias de diversos sectores, incluyendo organismos de la talla del FMI, en el sentido de que el endeudamiento amenaza con llevar al país hacia un estado de insostenibilidad fiscal, o es un acto de disidencia o presagio de cambios profundos en la estrategia fiscal.
Con las cifras del propio Gobierno en las manos, repetidamente se ha estado advirtiendo que es mala práctica completar el Presupuesto con recursos de deuda. El monto insuficiente de las recaudaciones sumado a un gasto público de baja calidad, son factores de insostenibilidad de vieja data. Con la deuda rondando el 50% del PIB, solamente el pago de servicios e intereses de por sí representa una carga inaguantable.
Aspiramos a que estos cambios de actitud indiquen que marchamos hacia una optimización del gasto público, frenar el endeudamiento, reconsiderar las exenciones fiscales injustificables, atacar la evasión tributaria y hacia la concertación de un Pacto Fiscal acorde con las necesidades. Tenemos que evitar que un factor adverso no previsto, interno o externo, nos coloque en los casilleros de riesgo inminente de las firmas calificadoras.

Aspavientos y exageraciones

La salida de la Minustah ha sido anunciada. De hecho, ya comenzó. Y esto ha sido aprovechado por las autoridades dominicanas para hacer escarceos injustificables. La fuerza de la ONU nunca fue un disuasivo para el éxodo de haitianos desde Haití hacia la República Dominicana. Tampoco ha frenado el contrabando bidireccional ni los asaltos a camiones dominicanos que ingresan a ese territorio para llevar mercancías. El tráfico humano a través de la frontera tiene elocuentes expresiones de confirmación en las provincias dominicanas.
Debemos mejorar la vigilancia de la frontera y controlar todo lo que se moviliza por allí. Los hechos demuestran que no lo hemos estado haciendo bien. No parece probable que la salida de la Minustah realmente vaya a empeorar las cosas.

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