“Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad”. Alejandro Jodorowsky

Todo lo que vivimos es un reflejo de la imagen que tenemos de nosotros mismos. En los años que tengo de vida he podido comprobar que las cosas ocurren cuando es el momento adecuado, y no necesariamente cuando estamos listos. Desde el año pasado, he venido moviéndome en dirección a hacer un cambio en el modo en que ofrezco mi trabajo, y esa decisión me ha llevado a cambiar de espacio.

Todo cambio implica un movimiento de nueva energía en nosotros, que encierra un proceso, una acción interna y un aprendizaje. La mayoría de las personas, perciben el cambio como sinónimo de inestabilidad, amenaza, o pérdida de lo establecido; cuando en realidad el cambio es la pauta de acción del Universo.

A veces, es necesario desafiar la fuerza de gravedad espiritual, para poder liberarnos de la fuerza que tienen las costumbres. El médico, escritor y orador indoamericano Deepak Chopra dice que en toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia al suelo fértil. Él dice que través de la acción de dar, la energía invisible de la semilla fluye para convertirse en una manifestación material.

Cada vez que el temor de entregarme como semilla se dispara me digo a mi misma: “Me resulta seguro y agradable transformarme y cambiar”. En mayor o menor grado, todos estamos enfrentando provocaciones para crecer, así que tú también puedes usar esta técnica. Dices “Me resulta seguro y agradable…”, y pasas a completarlo con lo que sea que estás encarando: tener hijos, hacer los chequeos médicos, recibir amor, ganar buen dinero, etc.

Debo confesarte que he atravesado momentos de turbulencias, sin embargo, afortunadamente, he estado acompañada por gente espectacular que me ha brindado su apoyo sin condiciones. He tenido la orientación y guía de personal coaches, y el apoyo y motivación de familia, colegas, clientes, estudiantes y amigos. Una vez que logramos cambiar nuestra imagen de la situación, la situación misma cambia.

Este tiempo me ha regresado al hábito de rezar el Padrenuestro en las noches, encomendar mi alma al angel de la guarda antes de dormir, y pedir orientación y dirección a mis guías para tomar decisiones. Indudablemente, hay una riqueza de sabiduría y belleza en nuestra tradición Cristiana. En el universo no existe nadie más confiable que Dios.

Desde el principio, Dios ha hecho sus obras a través del logos, y ha declarado que su palabra es eterna y siempre confiable. Isaías 55:10-11 dice: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir… así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié”

Cambiar significa alterar un equilibrio, pero también denota regresar a él. ¿O no es el cambio lo único seguro que tenemos? ¡Incluso en lo que está muerto las células siguen transformándose! Un momento de cambio puede significar eliminar, desechar, disminuir, restar, desprender, dejar ir, dar un nuevo orden a lo ya existente, adaptarse, alterar, pero también puede denotar: recuperar, agregar, enriquecer, sumar, regresar, aumentar, reunir, juntar, y  transformar.

Si has hecho una mudanza sabes lo que estoy viviendo. Cuando me ví agobiada en medio de la cantidad de cosas por botar, instalar, acomodar, limpiar, etc, un amigo me expresó que mi problema era que quería hacer todo en apenas un par de días. Su comentario me dejó pensativa. Había perdido la perspectiva del poder que tiene hacer cosas pequeñas.

Hoy día, muchas cosas dependen de un microchip, un pequeño circuito integrado capaz de almacenar y/o procesar grandes cantidades de información. ¿Te imaginas hacer lo que haces sin tu teléfono inteligente o sin tu computador? En todos los sentidos, estos pequeños dispositivos son de un inestimable valor.

Un amigo rabino me dijo que muchos creyenttes sienten que fracasan si no logran estudiar todo el Talmud, un libro sagrado de 2,700 páginas que trata sobre las doctrinas, costumbres, leyes, e historias de los judíos. Me contó que un día a un homólogo suyo se le ocurrió comprometer a la gente a estudiar solamente una página por día. Sorprendentemente, sin la ansiedad que generaba el tamaño de la tarea, muchas personas leyeron todo el texto.

Muchos de nosotros fuimos educados en una valoración por resultados. Si hacíamos algo bueno nos amaban, y si hacíamos algo malo no. Esta manera de ver los “aciertos” alimenta nuestra resistencia al cambio, ya que en el caso de que algo salga distinto a lo que planeamos, tenemos temor de admitir que nos equivocamos.

A la hora de cambiar, los intentos de realizar “grandes cosas” solo aumentan los niveles de frustración, y tensión. Una actitud saludable es atender las pequeñas acciones, bien definidas y logrables. El Cantar de los Cantares (6:3) dice una de las frases más hermosas que conozco: «Yo soy para mi Amado, y mi Amado es para mí»

Esta es la más grande y bella declaración de amor, de Dios hacia nosotros y de nosotros a Él. Al amar a alguien tenemos fe en nuestro amado (a), así como Dios tiene fe en nosotros, en nuestra capacidad para la bondad, el amor, y el cambio. Al decir yo soy para ti, expresamos: “Yo creo en ti”. He aprendido a ver el cambio como un valioso regalo de amor que me hago a mi misma.