Cambios climáticos e Iglesia de la esperanza

Cambios climáticos e Iglesia de la esperanza

LEONARDO BOFF
Luiz Claudio Costa es un eminente científico brasileño de la Universidad Federal de Vicosa-MG que colaboró en los trabajos de la Organización Meteorológica Mundial de la ONU sobre los cambios climáticos y sus impactos en la agricultura. En el «Encuentro Fe y Política», que reunió a más de cinco mil personas los días 10 y 11 de noviembre en Nova Iguaçu-RJ, coordinó una sesión plenaria sobre el calentamiento planetario. Quiero transcribir aquí su testimonio, pues hace una reflexión que seguramente nos puede ayudar. Escribe:

 «El Premio Nobel de la Paz otorgado al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y a Al Gore es necesario que nos lleve a una inquietud dinámica y se transforme en acción- esperanza de que es posible encontrar un nuevo modelo de vida, de desarrollo y de construcción de estrategias para asociar la necesidad y la vocación natural del ser humano al desarrollo con la responsabilidad ecológica. ¿Será posible cambiar y encontrar nuevas maneras de producción, de distribución, de relación con el prójimo y con el ambiente? Si consideramos solamente la perspectiva de mercado estaremos, como enfatiza Leonardo Boff en el Jornal do Brasil «…construyendo solamente un Arca de Noé salvadora del sistema imperante, que escamotea lo esencial de la cuestión, el propio sistema, y que no nos salvará del diluvio…».

Durante el sexto Encuentro de Fe y Política tuve el privilegio de realizar una reflexión técnica sobre el tema del calentamiento planetario. Encontré allí a un joven agricultor llamado Grenaldo Pinto, de Vermelho Novo, Minas Gerais, Brasil. El día siguiente a la plenaria, me abordó Grenaldo: «Profesor, yo tengo que hacer algo en mi ciudad para evitar el calentamiento mundial. ¿Podría usted mandar un CD con su presentación al cura de la parroquia de Vermelho Novo, a fin de que él y yo podamos empezar un trabajo de concienciación en la comunidad?». Y antes de que yo le respondiese aclaró: «Profesor, yo trabajo en el campo; necesito cerca de diez días de trabajo para pagar un CD de ésos…».

Después de este diálogo, yo, que siempre tuve confianza en que la humanidad sería capaz de vencer el gran desafío del calentamiento planetario, pasé a estar convencido de ello. Pensé todavía en lo equivocados que estamos cuando afirmamos que los cambios climáticos fueron causados por la acción antrópica, o sea, por la acción humana. ¡Cuánta injusticia con Grenaldo! Los cambios climáticos han sido causados por una pequeña parcela tan bien definida por Gandhi: «La Tierra tiene lo suficiente para el sustento de todos, pero no para la ganancia de unos pocos». Pero, por el contrario, las soluciones serán antrópicas. Ciudadanos comprometidos como Grenaldo serán los que traerán la solución.

La combinación de informaciones científicas, voluntad política, competencia técnica y fe de los ciudadanos como Grenaldo y tantos otros que encontré durante este  Encuentro nos proporciona la certeza de que podemos pensar, actuar y cambiar los hábitos y los valores equivocados que hoy rigen el planeta. Para Grenaldo y sus colegas del encuentro, la fe es mucho más que los dogmas, el rito mucho más que actos mecánicos, el amor mucho más que una verbalización poética. Son instrumentos de acción y por tanto pueden transformar».

Muy bien dicho.

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