Cambios en el poder global

Cambios en el poder global

Amigos me preguntaban porqué insisto tanto en reflejar un escenario de cambios  internacionales; la razón es muy sencilla: en los últimos años el mundo se ha estado transformando espectacularmente, aunque algunos se resistan a darse cuenta y creen – o quieren creer – que los actores son los mismos y sus galanes preferidos siguen en los papeles estelares. Nada más alejado de la realidad del universo de hoy. Observemos los acontecimientos que hoy llaman nuestra atención, en especial la crisis económica euro – estadounidense y, en especial, la recién concluida Cumbre del G-20.

En primer lugar la crisis no se solucionó, especialmente la europea que es la que hoy más preocupa. Tampoco podía esperarse, a pesar del revuelo de algunos medios, de que de ahí surgiese una salida milagrosa. Sin embargo, se lograron acuerdos que no dejan de sorprender. El FMI logró que se aprobase un nuevo fondo – de 456 mil millones de dólares – para disponer de recursos frescos para contribuir a paliar la crisis. Es lo que ahora se conoce en el argot mediático como “cortafuegos”, que no es más que una referencia a medidas que puedan abortar la explosiva situación de la “economía mundial” eufemismo para no mencionar directamente el crítico panorama europeo.

Nada novedoso la constitución de un fondo. Lo que sí es sorprendente es ver quienes están en la formación del mismo y quienes no están. Como era de esperar, el principal donante fue China con 43 mil millones de dólares, casi el 10% del monto total; también aportaron Rusia, India, Brasil y México con 10 mil millones cada uno; Sudáfrica aportó 2 mil millones y Colombia 1,500 millones de dólares, entre otros. De Europa provino el aporte fundamental, lástima fuera, con 200 mil millones de dólares. Estados Unidos, el otrora bombero de oficio, no pudo aportar nada tanto por limitaciones económicas como por restricciones políticas. Los BRICS, uno de los galanes mejor cotizados hoy día, – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica – aportaron de conjunto 75 millones. Llama también la atención los aportes latinoamericanos.

Muchos líderes europeos se discutieron las cámaras, al decir de algunos medios, para agradecer a China su apoyo y ayuda. ¡Quién lo iba a decir!

Ian Morris, historiador de la Universidad de Stanford, recordaba en una ocasión cómo ante la revolución china de 1911 los financieros europeos corrieron a China para llevar sus capitales y hacer grandes negocios y señalaba recientemente que en octubre de 2011, otro financiero europeo, el Director del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera  fue a Pekín, pero no a prestarle dinero a China. Fue a que le prestaran, a pedirle a China que salvara a Europa del desastre económico.

“En apenas un siglo, China ha pasado de ser un caso perdido desde el punto de vista económico, a ser el banquero del mundo, y Europa ha hecho el mismo viaje en la dirección opuesta.

“Es uno de los mayores reveses de la historia. ¿Cómo ocurrió? Y, más importante, ¿qué significa?”.

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