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Las labores que una Universidad desempeña hoy resultan mucho más complejas y variadas que las que la sociedad le encomendaba en épocas pasadas. En la actualidad, las Altas Casas de Estudios, nos referimos a las reputadas como tales, además de enseñar, desarrollan programas de investigación, tanto del máximo nivel de aplicación no inmediata como de aplicación más próxima. También, llevan a cabo funciones de difusión del saber para que den repuestas a problemas que afectan a la sociedad, además de estar siempre disponibles para colaborar en la formación continuada de los profesionales que regresan a las aulas en procura de adquirir nuevos conocimientos y de adaptarse al uso de las nuevas tecnologías. Las autoridades universitarias han de estar dispuestas a la búsqueda de la colaboración internacional como medio de gran utilidad para mejorar los objetivos de las instituciones bajo su dirección, y receptivas a las peticiones de modificaciones en los contenidos formativos de los programas de estudios que las mismas ofertan. De esa compleja red de tareas surge la creciente atención que desde hace algunas décadas se ha venido prestándole a la calidad de las instituciones de educación superior a las cuales nos referimos. Como ha señalado F. Van Vught, citado en una publicación que asocia dos trabajos originalmente presentados en circunstancias próximas en tiempo, lugar e intención, uno del español Julio Fermoso y otro del argentino Salvador Malo: “La expansión de los sistemas de enseñanza superior y el aumento en los costes de estos tienen que ser cada vez más legitimados por beneficios claramente identificados para la sociedad. Las universidades tienen que hacer frente cada vez más a la necesidad de mostrar a la sociedad su pertinencia, calidad y responsabilidad. La creciente internalización de la educación superior destaca la importancia que tiene la creación de un sistema de evaluación de la calidad que pueda ofrecer la información necesaria en un contexto internacional”. En la actualidad, la calidad de la educación superior continua siendo objeto de permanente debate en los foros internacionales.
El Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) celebró, en la ciudad de Santo Domingo, durante los días 27 y 28 de julio recién pasado, un Seminario, en principio centrado en la calidad de nuestras instituciones de educación superior, teniendo como referencia las tendencias y los cambios en la materia que se están produciendo en todo el mundo. Dicho evento contó con la asistencia y participación de los ministros de educación doctora Alejandrina Germán y arquitecto Andrés Navarro, del Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Iván Grullón; también, con la de expertos en la materia, nacionales y extranjeros, entre otras personalidades de renombre. En dicho cónclave, se puso muy de manifiesto la necesidad de introducir cambios sustanciales en la Ley 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Se dieron a conocer varios informes sobre temas de interés general, uno del Banco Mundial sobre la educación superior en América Latina; otro, de la CEPAL sobre ciencia, tecnología e innovación. También se llevó a cabo un intercambio de opiniones acerca de la virtualización de la Educación Superior y sobre la implementación de sistemas de garantía de la calidad, acreditación y reconocimiento de título.