El jefe del Ejecutivo se refirió a la crisis en el norte de Irak antes de presidir una nueva reunión del comité de emergencia Cobra del Gobierno para calibrar la situación, durante una visita al Centro de Operaciones de Respuestas a Desastre del Reino Unido en el aeropuerto de Cotswold, en Gloucestershire (Inglaterra).

Según Cameron, el Gobierno británico «responderá a la situación (en Irak) al tiempo que ésta vaya cambiando».

«Tenemos que asegurarnos de que tenemos buena información sobre cuántas personas hay, cuántas necesitan salir, y cómo se encuentran para acceder a un lugar seguro», indicó el «premier» sobre los refugiados en el monte Sinyar.

El político consideró que los planes de su Ejecutivo «tienen que ser lo suficientemente flexibles para ayudar a esas personas, trabajando con aliados como los kurdos, y asegurarnos de que podemos ayudar a aquellos que lo necesitan».

«Ésta es una misión humanitaria complicada y creo que una de las cosas que vamos a necesitar, sin duda, es hacer más para introducir más ayuda en los campos de refugiados como el de Dohuk, que creo que será clave en esta operación», indicó.

Por su parte, un portavoz de Downing Street, residencia y despacho oficial de Cameron, apuntó hoy también que, según la valoración sobre el terreno hecha por EEUU, el número de yazidíes que quedan atrapados en el monte de Sinyar es de «unos cuantos miles» y que alrededor de un millar logran escapar cada día de la ofensiva de los yihadistas.

En este sentido, el líder tory admitió que es «muy difícil» obtener información correcta sobre la situación.

«Es una buena noticia que haya menos personas y que se encuentren en mejores condiciones de las esperadas», apuntó Cameron.

Agregó que su Gobierno debe garantizar los medios disponibles «para ayudar de la manera adecuada» ante la crisis y por ello tiene preparados sus helicópteros militares «Chinook», por si fueran necesarios, y que uno de los aviones militares «Tornado» recabó anoche información sobre el terreno.