Camino equivocado

<STRONG>Camino equivocado</STRONG>

Abundan las críticas al Presidente Danilo Medina por la manera como maneja la economía, por transitar un camino equivocado al no asimilar que el sector privado es el que debe gastar y no un gobierno sobregirado. En el 2013 debió ejecutar un presupuesto restringido, para terminar con relativa rapidez la actual crisis de deuda y de solvencia del sector público, pero prefirió seguir la política de exceso de gastos, cargando con más impuestos distorsionadores la producción y el empleo. Como retarda la recuperación al encarecer la economía, es poco probable que logre recaudar lo que pretende, por lo menos en el corto plazo, además de que mantiene el deterioro en la cuenta corriente y en los términos de intercambio.

Deterioro macro-económico que no tiene justificación, porque la historia es para estudiarla y extraer de ella la mejor enseñanza. Repite los errores de los gobiernos de Leonel Fernández, que no obstante aumentar los precios externos medidos en dólares, el de las exportaciones 5.36% y el de las importaciones 13.2%, los excesos de gastos deterioraron los términos de intercambio en 7.84% del PIB, lo que a su vez retroalimentó el déficit en cuenta corriente por el equivalente de 1.5% del PIB. Ahí están las estadísticas.

El sector privado ha insistido en un presupuesto restringido con superávit primario en el 2013, para que con nueva deuda se pudiera pagar la deuda vieja como el juego de Ponzi, porque el interés que está pagando la deuda pública por mucho supera la tasa de crecimiento esperada de la economía (4.5%), lo que debe corregirse. También para que se redujeran las importaciones y el crecimiento del consumo interno se ubicara por debajo de la tasa de crecimiento del PIB. Para que mejorara la posición externa de la economía, reduciendo el déficit en la cuenta corriente de un promedio anual de US$4,000 millones en los últimos años a US$2,500 millones (4% del PIB) en el 2013 y 2014.   

El camino del exceso de gastos y de déficits macro-económicos complica las negociaciones con el FMI para un nuevo Stand By. Porque estará exigiendo aumento de las reservas internacionales, posiblemente US$640 millones en el 2013, para llevarlas al nivel de diciembre del 2011 (US$3,638 millones), y US$300 millones en el 2014, para que finalicen en US$4,000 millones. Lo que tendría implicaciones para la política monetaria, porque el BC deberá introducir un mayor grado de flexibilidad al tipo de cambio, para que absorba el exceso de gastos del gobierno y los shocks externos. Es decir, no podría continuar con dos objetivos al mismo tiempo, controlar la inflación de la manera como lo está haciendo y la tasa de cambio con intervenciones frecuentes.

No obstante el paquetazo, el Presidente Medina debe reducir el presupuesto del 2013. Tener presente que si no lo se presenta con superávit primario, al país se hará difícil atraer capitales en forma de préstamos públicos y privados e inversiones extranjeras, en monto suficiente para financiar en el 2013 y 2014 la suma del déficit de la cuenta corriente (US$2,500 millones) y los aumentos de reservas internacionales (US$640 y US$300 millones). Está a tiempo de tomar el camino de la prudencia en el gasto.

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