Recientemente uno de mis antiguos compañeros jesuitas me preguntaba sobre que funciones de Gobierno iba a ocupar en esta gestión del Presidente Luis Abinader. Me hacía la pregunta en Latín: QUO VADIS, Luis (Adonde vas, Luis).
Utilizaba aquellos términos de Pedro a Jesús en aquella historia novelada ubicada en la Roma Imperial del tiempo más duro de los mártires cristianos.
Contestaba con ilusión que justamente en la época dorada de mi vida marchaba con las alforjas llenas de experiencias y vivencias, a representar a uno de los gobiernos más decentes de nuestra Historia Republicana ante uno de los Pontificados más puros que ha representado a la Iglesia de Jesús de Nazareth durante estos 20 siglos de existencia.
Voy en misión diplomática como embajador ante un Gobierno presidido por un amigo cuya relación tiene doble historia: el papa Francisco fue compañero de mi hermano el padre Juan Montalvo,S.J. ,fallecido en 1979, quien fungía como Maestro de Novicios en República Dominicana mientras el padre Bergoglio,S.J. ejercía las mismas funciones en Argentina a principios de los años 70.
En segundo lugar, cuando fui embajador de nuestro país en Argentina, el cardenal Bergoglio era el arzobispo primado de Buenos Aires, y desde esa época cultivamos una gran amistad.
Voy justamente recién cumplidos mis 50 años de matrimonio con mi esposa Clarisa, compañera solidaria en todas las funciones que he ocupado durante mi vida.
Emprendo una nueva etapa en estos años de vida que Dios me regala, aun en plenitud de salud física y rico en experiencias.
Miro hacia atrás con satisfacción plena del deber cumplido con grandes realizaciones y logros que han beneficiado al país y me dejan el sabor agradable de tanta gente que ha pasado por mi consulta profesional y en mis cátedras universitarias en busca de curación, mejoría de sus dolencias y sabiduría.
He dejado en todos ellos y ellas lo mejor de mis conocimientos y experiencias: Casi 50 años de ejercicio profesional como psicólogo y psiquiatra, 32 anos de docencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, culminando con el más alto grado académico de Profesor Meritísimo (Emérito) y 20 años de profesor de Medicina en INTEC.
En servicio a pacientes estos últimos 16 años en CEDIMAT dejando en esta institución la creación de la Unidad de Salud Mental con el importante servicio de Psiquiatría de Enlace que beneficia a todas las especialidades médicas de dicha institución.
En mis aportes al país dejo como legado el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, creado con el nombre de CONES durante el Gobierno de Jorge Blanco en 1983 como semilla de lo que es hoy en día.
También el COPRESIDA, creado en el Gobierno de Hipólito Mejía en el 2000, organismo con una perspectiva multisectorial, moderna y revolucionaria en salud, que logró terminar definitivamente en República Dominicana con las muertes por SIDA gracias a la disponibilidad gratuita de los antirretrovirales y la superación del estigma en ser VIH+.
Finalmente logré los máximos niveles que se pueden alcanzar en mis profesiones como presidente de la Asociación Dominicana de Psicólogos (hoy Colegio) y presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, y en Estados Unidos alcance el nivel más alto en la Asociación Americana de Psiquiatría como INTERNATIONAL FELLOW de la APA.
Me marcho a Roma lleno de proyectos y planes que beneficiarán al país, a las relaciones con la Santa Sede y a las obras pastorales, sociales y educativas que realiza la Iglesia dominicana.