FRANKLIN AVILA.
El alza de los combustibles sigue afectando a la economía a nivel general, ya que, entre otras cosas, su aumento continuo conlleva mayores gastos a la hora de proveer carburantes a los vehículos.

A esta realidad no escapan los camioneros vendedores de productos como plátanos, guineos, cebollas, papas, lechugas, entre otros, que vienen a la capital desde  diferentes provincias a vender sus mercancías al Mercado Nuevo de Villas Agrícolas.   A muchos de estos el incremento de los precios de los derivados del petróleo los ha llevado a gastar el doble en suministro, con respecto a unos dos años atrás.

“Nosotros le echábamos (al camión) 1500 pesos (diarios) y con eso  íbamos y veníamos”, dice Pedro Pablo, vendedor de cebollas procedente de Constanza, para referirse a la cantidad de combustible utilizado para desplazarse desde su pueblo hasta el mercado de Villas Agrícolas unos dos años atrás. Ahora, “para venir aquí y volver allá tenemos que echarle tres mil pesos de gasolil. O sea, que nos está afectando demasiado”.

 Es justo destacar que el gasto en carburante por estos camioneros, muchos de los cuales vienen interdiario y otros semanalmente, va  acorde con la distancia del lugar desde donde provienen. Así, mientras unos pueden gastar unos tres mil pesos,  a otros se les va mucho más.  “5000 y 5500 pesos en ida y vuelta”, responde Roberto López, vendedor procedente de Mao, a la interrogante sobre cuánto gasta en combustible.

Pero duplicar los gastos en combustible con respecto a dos años atrás no es el  único inconveniente. A  este se agrega la mala situación económica con la inseparable baja  en las ventas.

“Mira, esos eran cien sacos de cebollas que yo traje y lo que se le está ganando es prácticamente  el flete, que son unos siete mil pesos”, afirmó Pedro Pablo. Pero antes, “cuando nosotros veníamos al mercado nos ganábamos en cada viaje 20 mil pesos”.

Pero la situación no es exclusiva para las ventas de  cebollas. Se extiende también a otros productos.  “Hay veces (ocasiones) que a mi me quedan  doscientos o cien  pesos (de ganancia). Y hay veces que hay que buscar mil pesos para ponérselos al capital”, comentó Pedro Guzmán, camionero vendedor de plátanos procedente de Moca.

“La venta está lenta ahora mismo. Se  vende poco”, sostiene Ciclón, vendedor de plátanos  de Santiago,  quien dice que en un día bueno  gana  dos mil o tres mil  pesos,  “no  todos los días”.

Las claves

Más dinero

A muchos de estos camioneros vendedores   el incremento de los precios de los derivados del petróleo los ha llevado a gastar el doble de los que gastaban    unos dos años atrás.

Mala situación

Pero duplicar los gastos en combustible con respecto a dos años atrás no es el  único inconveniente. A  este se agrega la mala situación económica con la inseparable baja  en las ventas.