Campamento para la Paz reúne a 64 jóvenes de 8 países en México

Campamento para la Paz reúne a 64 jóvenes de 8 países en México

MONTERREY, México,  (AFP) – Un total de 64 jóvenes de entre 12 y 14 años procedentes de América Latina, España y Mozambique conviven en el dominado «Campamento para la Paz» instalado de forma permanente durante 80 días en el marco del Fórum Universal de las Culturas de la ciudad mexicana de Monterrey (norte).

 «Se trata de una representación de siete países y México, y son ocho niños de ambos sexos por cada (nación), que fueron seleccionados por las autoridades educativas en base a sus calificaciones», explica a la AFP Santiago Siller, un joven abogado que de pronto se vio a cargo de este campamento de adolescentes.

 Los chicos, provenientes de Colombia, Perú, Argentina, Uruguay, Brasil, Mozambique, España y las ciudades mexicanas de Monterrey y Coahuila (norte), permanecerán 10 días en este campamento en el que las conferencias se entremezclan con talleres, juegos, música y baile.

 Después de este grupo, llegarán más jóvenes a Monterrey de países de todos los continentes «hasta completar cuatro visitas», añade Siller al explicar que la iniciativa surgió en el Fórum Universal de las Culturas de Barcelona y su objetivo es el «intercambio de ideas y puntos de vista entre chicos de distintas culturas».

 Los 64 adolescentes pasan el día en una carpa ubicada en el Parque Fundidora, sede principal del Fórum de Monterrey, donde cuentan con comedor, salones de juegos, talleres y espacios de convivencia.

 La noche la pasan en un hotel cuyas habitaciones fueron acondicionadas con literas, y donde se han eliminado teléfonos y televisiones para evitar que los chicos se distraigan.

 La jornada empieza a las 8H30 locales y se prolonga hasta las 22H00, en un largo día en el que los jóvenes participan en visitas a exposiciones y espectáculos culturales que se ofrecen en el Fórum.

 Antes de ir a descansar, los adolescentes forman parte de una convivencia nocturna en la que hablan de sus culturas y sus países.

 «Aquí me gusta que a todos nos tratan igual, no se fijan en tu color de piel, en tu ropa o en si tienes dinero. Yo soy de Salvador de Bahía y a veces sí nos tratan distinto por tu clase social», dice Josemar Vieira, un joven de 14 años de Brasil.

 La mayoría de estos jóvenes es la primera vez que sale de su país y han tenido experiencias como la de Vanesa Delgado, una colombiana de 12 años que se quedó con la ropa que traía puesta porque la aerolínea le extravió su equipaje.

 «Me tuvieron que prestar una ropa aquí hasta que apareció», dice la adolescente.  Hay chicos como el peruano Bryan Castillo, de 14 años, quien con tono muy solemne asegura que lo que aquí aprenda en las conferencias lo «llevaré a mi país para ayudar a resolver nuestros problemas», y otros, como Jhon Báez, un uruguayo de 14 años, quien encuentra muy «tediosas» las pláticas y prefiere «jugar y dormir».

 En el grupo, asegura Santiago Siller, se ha formado una «buena química», no ha habido rencillas entre los adolescentes.

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