La campaña del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) inició y concluyó con denuncias sobre el supuesto uso de los recursos del Estado por parte del Gobierno y del Partido Liberación Dominicana, en contra de los candidatos perredeístas.
El PRD se quedó observando las ejecutorias gubernamentales de gran impacto social, sin una legislación que censurara sus cuestionamientos a la participación del aparato estatal en la campaña.
Al final de la contienda electoral presentó a los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Embajada norteamericana pruebas sobre el supuesto uso de los fondos públicos para favorecer a los candidatos oficialistas, y censuró la implementación de programas sociales y la falta de equidad.
Ese partido también denunció un presunto plan del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para comprar cédulas.
Los recorridos. El presidente de esa organización, Miguel Vargas, recorrió todo el país para promover a sus candidatos con una agenda dispersa. Por un lado, estaba Vargas y por el otro, sin coordinación, los demás líderes del PRD: Hipólito Mejía y Luis Abinader.
Estos promovían a los pocos candidatos que salieron favorecidos con las reservas de candidaturas que manejaron a su discreción las autoridades del partido.
Vargas, Mejía y Abinader también aprovecharon los recorridos para promover sus aspiraciones presidenciales para el 2012.
La conformación de los equipos de campaña nacional y local, así como de estrategia, no lucieron coordinados.
Y en los desplazamientos de Vargas por el país se veía una pobre participación del liderazgo nacional. Además de los candidatos locales, los de más renombre que estuvieron siempre cerca de Vargas fueron Wilfredo Alemany y Andy Dajhuare.
Estuvo muy activo en todas las actividades que encabezó Vargas en las provincias sureñas el diputado y presidente del PRD en la región sur, Henry Sarraf.
La lucha. A pesar de que el PRD criticó el transfugismo, desde que comenzó la campaña trazó y ejecutó políticas de adhesión de dirigentes reformistas y peledeístas, algunos de los cuales son actuales candidatos a cargos congresionales y municipales.
El PRD conquistó, entre otros, al ex dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gilberto Serulle, quien va a las elecciones de hoy como candidato a alcalde del municipio de Santiago. También a los ex reformistas Víctor Gómez Casanova, Angel Acosta, Remberto Cruz y Agne Berenice.
Además, al ex reformista Napoleón López Rodríguez, quien en 2006 fue el candidato a senador del PLD por María Trinidad Sánchez.
Crisis internas. Vargas asumió la campaña en momentos en que había muchos disgustados, tras la convención en la que se escogieron las autoridades. Luego de la selección de los candidatos a cargos electivos, una parte de esas candidaturas fueron cedidas a extrapartidos, a tránsfugas y a los que forman parte del anillo del presidente del PRD.
Esos problemas internos, y la negativa de Vargas a negociar con los afectados, permitieron que el PLD conquistara a dirigentes perredeístas, para debilitar las candidaturas del PRD y fortalecer la de los peledeístas y aliados.
Avanzar 2010 y ganar 2012. El equipo estratégico de Vargas, en interés de lograr mayor representación congresional y municipal, incluyó en la boleta a decenas de personalidades, entre esas comunicadores y empresarios. Esa estrategia, además de lograr la reducción de los costos en propagan, permitió que el partido blanco se conecte con sectores que tradicionalmente apoyaban a esa organización política.
En el tramo final de la campaña el PRD enfatizó que ganará las elecciones en 15 provincias, que obtendrá más del 50% de las alcaldías y aumentará el número de diputados, a partir de los resultados de varias encuestas.
Vargas pretende obtener más representación este domingo por sus aspiraciones presidenciales en 2012, pues busca lograr ese objetivo con seis partidos aliados.
El PRD desarrolló la campaña con limitación de recursos económicos, en comparación con los que manejó el PLD. Recibió del financiamiento público a los partidos políticos RD$434 millones.