Campaña electoral a destiempo

Campaña electoral a destiempo

Vale la pena estudiar las estrategias de la campaña pre-electoral, que no se distingue en nada con la etapa final de cualquier otro proceso eleccionario anterior, porque el perfil sigue igualmente bajo al que estamos observando desde nuestro puesto de elector de hace muchos años. La diferencia con otras viejas actividades es la misma o talvez peor, pues no ha suscrito entusiasmo ni entre los jóvenes ni en las apreciaciones de quienes desde las altas posiciones lucen con un lenguaje tímido y muy reservado, como si se tratara de comadres de barrios ignorantes alejados del porvenir del país. Ya no se ven aquellos francotiradores dispuestos a seguir a su caudillo aún en medio de las tempestades económicas que nos abaten.

Oficialmente, la campaña no ha comenzado todavía pero se aprecia una carga agresiva en ciertos sectores cuyas palabras a veces lucen como proyectiles lanzados entre guerrilleros que luchan contra ciudadanos de otros países o como combatientes   entre viejos caudillos de nuestras guerras civiles de antaño, que exclamaban “muchachos esto no se hace así. No basta con mentir con promesas, hay que saber mandar, insultar y rebajar al contrario, no importa lo que se diga, porque no tenemos programas que defender, pues éstos no existen, ya que la lucha es ganar la batalla: prometan todo lo que se les ocurra; totalmente, nada se va  cumplir.

Lo que importa es ganar aún cuando estemos engañando a los marginados de siempre y a los pisoteadores de ahora. ¡Dios nos libre del fraude! Lo que se ve en el horizonte no es nada fácil de combatir y eliminar. Todo luce obscuro y trágico; ni siquiera el gobierno con su blindaje financiero podrá salir sin problemas de esa turbulencia. Ya el pueblo no tiene paz, ni corrige recuperar  su salud ni tiene seguridad ciudadana. Ni tampoco es suficiente la tarjeta de solidaridad ni tampoco estos últimos podrán dar su voto al PLD. Sorpresas tendremos el 20 de mayo del 2012. El proceso político lo forma el lenguaje y las palabras que no son vacías, sino las que siempre han tenido sentido. La respuesta de mayo 2012 nos traerá la solución, pues los votos no son de los partidos políticos, sino  de todos los ciudadanos.

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