¿Campaña electoral o canódromo?

¿Campaña electoral o canódromo?

En más de una campaña electoral, la sociedad civil, otrora fuerzas vivas de la República, han encarecido a los candidatos a la presidencia de la nación, altura en el debate, consignar los programas de redención económica y social, proyectos de gran envergadura y/o impacto, y relegar la bajeza de las alusiones personales.

Líderes religiosos, sindicales, agrupaciones de clubes deportivos, empresariales, productores agropecuarios, medios de comunicación al unísono, han clamado por esa referencia civilizada en los debates electorales de campaña.

A veces el propósito se ha obtenido, con grandes pulseos con los que han preferido reducir la calidad del debate imbuído de torvas pasiones, a presentar opciones atractivas a los votantes que se aferran a los políticos como tabla de salvación a sus aspiraciones sociales más elementales.

A propósito del ajetreo de esta campaña electoral en que tercian el ingeniero Eduardo Estrella representando al PRSC, el doctor Leonel Fernández al PLD y el agrónomo Hipólito Mejía intentando reelegirse por el PRD, el jefe de campaña del partido morado, Francisco Javier García, apuntó certero, algo reiterativo en su cosmos, el día cinco del presente mes de marzo, en relación a los aprestos de una campaña de detractar al candidato del PLD, proveniente del inefable PPH que auspicia la reelección del presidente Mejía.

La experiencia demuestra que cuando un político se desliza por esa pendiente enjabonada, el propósito se torna un boomerang, que golpea más fuerte que cuando se lanza, y el detractado resulta beneficiado de la confianza y/o voto del ciudadano que no se deja engatusar y que tiene una decisión firme en cuanto al valor y destino de su intención y voto.

El rumor es «parejo» por doquier en relación a que el oficialismo iniciaría en breve un recuento de la vida personal del doctor Fernández, su vida en la Gran Manzana donde cursó el bachillerato, y algunas indelicadezas incurridas en su administración como el despojo de la Liga Municipal «a la brava» del PRD y la entrega del patrimonio de CDE, CORDE y CEA sin que sus recursos de capitalización hubiesen demostrado donde reposaron, si en el Tesoro ó en el Banco Central.

El PLD podría recurrir a análogas acusaciones contra el presidente Mejía é inclusive cuestionar su desempeño como titular de Agricultura en el gobierno inolvidable del presidente Antonio Guzmán, aduciendo que el fallecido gobernante apropió recursos como nunca antes ni después un gobierno a esa cartera, y de ahí el éxito de su gestión, no toda la verdad si se analiza los 40 proyectos que creó Hipólito Mejía durante su paso por la SEA.

El caso es que los tres candidatos presidenciales deben orientar su campaña proselitista a presentar proyectos novedosos, posibles, reales, de desarrollo, el control de la prima del dólar que disloca la economía dominicana y que el presidente Fernández entregó al 18×1, pagando el barril de petróleo a $31.18 contra US$36 hoy, una diferencia de cinco dólares por barril.

El presidente Fernández mantuvo una macroeconomía estable con un crecimiento de 7%, mientras que este año no llegará a un 3%, idéntico al año pasado, y así, el costo de todo, medicinas, alimentos, vivienda, vehículos y repuestos, boletos aéreos, pasajes de concho y los interurbanos, son graficados certeramente en cuadros comparativos demoledores contra el presente gobierno y el PRD por el PLD.

Explicar el presidente Mejía como podría revertir la tragedia económica que padecemos todos, debiera consistir en su tema primordial de campaña, de ninguna manera derricarse por el atajo de los denuestos que le golpearán con mucho mayor fuerza que si decidiera lanzarlos y eso lo veremos y comprobaremos.

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