LA PAZ (AFP) – La campaña boliviana entrará el lunes en la recta final con el cocalero izquierdista Evo Morales en punta escoltado por el ex presidente derechista Jorge Quiroga, a sólo una semana de la celebración de unas elecciones cruciales para la historia de Bolivia.
   Morales y Quiroga ingresaron a los últimos días de, literalmente, esta pelea electoral, disparándose duros epítetos y al mismo tiempo intercambiando acusaciones, en busca de los votos de entre 700.000 y un millón de indecisos.

   El indio cocalero encabeza la intención de voto (33%). Quiroga intenta acortar la brecha de al menos seis puntos que lo separa de su principal contendor y candidato favorito.

   El padrón electoral boliviano es de 3,6 millones de ciudadanos.

   A una semana de la consulta y cuando «son ya muy difíciles de revertir las tendencias de voto», según un experto, Quiroga acusó a Morales de representar el atraso y la división del país, durante un acto proselitista el sábado en Trinidad, en el departamento de Beni (nordeste), donde se ha hecho fuerte.

   El cocalero, que devuelve las gentilezas acusando a Quiroga de haber «subastado» el país drante su mandato de 2001 a 2002, apunta alto. Consolidada ya su ventaja y resuelto a no verse obligado a tranzar en componendas postelectorales, comenzó a pedir apoyo ciudadano para alcanzar el 50% más 1 de los votos, el mínimo imprescinble para alcanzar el sillón presidencial en la primera vuelta de forma directa.

   Morales figura como el favorito para ganar la elección, por el apoyo que consigue en tres de los nueves departamentos más poblados del país y que concentran cerca del 50% del padrón electoral (La Paz, Oruro y Cochabamba). Pero Quiroga se perfila para controlar la cámara de Senadores, siempre según las perspectivas de voto.

   Todo hace presumir que Quiroga, que ha concentrado su influencia en las provincias de Santa Cruz, la más pujante, y Tarija, donde se emplaza la riqueza gasífera, además de Pando, Beni y Chuquisaca, ganará también la elección de prefectos, el mismo domingo y paralela a la de presidente, vicepresidente y legisladores, en los nueve distritos del país andino.

   «Podemos (Poder Democrático y Social) ha consolidado su presencia a nivel nacional. Tenemos la mayoría del Congreso nacional y de las prefecturas», afirmó el ex mandatario.

   En tanto Morales asegura que su Movimiento Al Socialismo «será el nuevo despertar». «Ya somos primeros, pero tenemos que ganar con el 50%», añadió.

   La Constitución boliviana ordena la elección del presidente entre los dos candidatos más votados, a cargo de los 157 congresistas electos en la primera vuelta en las urnas, en caso de que nadie haya alcanzado la mayoría absoluta de los sufragios.

   La disputa se calentó también en la mayor parte de las plazas y lugares públicos del país, donde los partidarios cantan elegías para el candidato propio y destilan veneno para el contrario.

   En un foro debate organizado por la Asociación de Periodistas en La Paz, los adversarios de ambos candidatos parecieron repudiar a Quiroga.

   El aspirante presidencial de la populista Nueva Fuerza Republicana, el ex almirante Gildo Angulo, le acusó de haberse convertido en el «candidato de las transnaciones» petroleras que explotan la riqueza gasífera del país, la segunda más importante de Sudamérica.

   El ex presidente es un «lobo vestido de oveja», acusó, mientras que su colega Eliseo Rodríguez, del Frente Patriótico Agropecuario, consideró que Quiroga «está (ya) desenmascarado».

   En un ambiente prelectoral polarizado, Quiroga y Morales, que coinciden en advertir que en esta elección se juega la viabilidad del país, algo que también afirman analistas y personalidades locales, alistan ya sus cierres de campaña al tiempo que hacen cálculos sobre las cuotas de poder con que contarán tras el sufragio.

   Emplazado en el tercer lugar de las preferencias políticas, el empresario Samuel Doria Medina intentaba mejorar el 9% de las intenciones de voto.

   En la perpectiva de la vuelta congresal, el empresario, que podría dirimir la contienda, puesto que los restantes cinco candidatos reúnen en conjunto apenas el 1,2% de las preferencias de voto, parecía acercarse a Morales y distanciarse de Quiroga.

   En un debate auspiciado por el empresariado nacional, Doria Medina ha lanzado duros ataques contra el ex presidente.