Campaña presidencial EU arranca con fuerza

Campaña presidencial EU arranca con fuerza

WASHINGTON (AFP).- A nueve meses de los comicios, la campaña presidencial estadounidense arrancó a toda velocidad, con un presidente republicano, George W. Bush, en plena ofensiva y los demócratas buscando al mejor candidato para enfrentarlo.

«Las campañas presidenciales estadounidenses son ya las más largas del mundo, pero ésta bate el récord. Los demócratas y Bush comenzaron a finales del verano, quince meses antes de la elección», destaca Eric Davis, profesor de ciencia política en la Universidad de Middlebury (Vermont, noreste).

Las primarias demócratas atraen la atención de los medios de comunicación, pero George W. Bush no piensa dejarles el terreno libre. Multiplica sus desplazamientos tras haber expuesto hace algunos días los grandes temas de su campaña durante su discurso anual sobre el estado de la Unión.

Los siete candidatos demócratas que siguen en carrera pasarán el martes un nuevo examen con la primaria de New Hampshire (noreste). Tras el primer caucus (asamblea electoral partidaria) de Iowa, la lucha es muy intensa, sobre todo entre cuatro candidatos: Howard Dean, John Kerry, John Edwards y Wesley Clark.

Cerca de 40 primarias y caucus tendrán lugar antes de fines de marzo.

El presidente Bush, por su parte, aborda en sus intervenciones los temas que le son más favorables. En primer lugar, la seguridad del territorio y la lucha contra el terrorismo para las que insinúa que los demócratas no están a la altura.

«Podemos avanzar con confianza y determinación o volver a la peligrosa ilusión de que los terroristas no complotan contra nosotros y que los regímenes parias no nos amenazan», dijo durante su discurso sobre el estado de la Unión.

Tras haber ganado en una controvertida elección en 2000 frente al demócrata Al Gore, el bando de Bush se prepara para una nueva elección muy ajustada el 2 de noviembre de 2004. El padre del actual presidente, George Bush, fue derrotado por el demócrata Bill Clinton en 1992, en buena medida por haber entrado demasiado tarde en campaña, confiando en los sondeos que lo consideraban ampliamente vencedor.

Según encuestas de opinión, su hijo estaría en un cabeza a cabeza con su oponente demócrata, cualquier que sea, si la elección tuviera lugar hoy.

Si en los primeros debates se atacaron entre ellos, los candidatos demócratas tienen ahora por blanco al presidente saliente, como demuestra el último debate televisado el jueves de noche. «Todos los candidatos se concentraron en George W. Bush y es lo que espero que hagan. No olvidemos que la prioridad es derrotarlo», comentó el presidente del Partido Demócrata, Terry McAuliffe.

Entre los favoritos demócratas, sólo Howard Dean, ex gobernador de Vermont (noreste), se opuso abiertamente a la guerra en Irak. John Kerry, condecorado en Vietnam por actos de coraje, y Wesley Clark, vencedor de la guerra de Kosovo en 1999, destacan su pasado militar para afirmar que podrían gestionar la situación mejor que Bush.

El déficit presupuestario, derivado en gran parte de las reducciones de impuestos decididas por George W. Bush, podría terminar volviéndosele en contra, ya que le impide proponer nuevos programas para seducir a los electores.

Su política económica disgusta incluso a su ala derecha: «Los republicanos afirman a menudo que son el partido favorable a una reducción del papel del Estado. Pero en lo que concierne a los gastos públicos y las restricciones al libre comercio, una administración demócrata no podría haberlo hecho peor que la de Bush estos últimos años», afirma Véronique de Rugy, del Instituto liberal Cato en Washington.

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