MADRID, España.- Acusaciones de corte sexual han sido uno de los temas más relevantes expuestos en la actual campaña electoral para la presidencia de los Estados Unidos, que muchos consideran como una de las más sucias y ácidas de la historia de ese país. Esta campaña, a muchos estadounidenses les avergüenza por considerar que se ha convertido a los Estados Unidos en el hazmerreír del mundo.
Principalmente la campaña de corte surrealista que lleva a cabo uno de los candidatos, específicamente Donald Trump, se le indigna, se le considera un personaje odioso que posiblemente nunca debió llegar a aspirar la presidencia del país más poderoso del mundo.
Su oponente, Hillary Clinton, una abogada de fama excelente, además de exprimera dama, desempeñó el cargo de secretaria de Estado, es inteligente, pero tampoco arrebata, en cuanto a simpatías se refiere. Muchas mujeres la acusan de tener una personalidad muy fría, y ambiciosa.
En el fondo, ninguno de los dos cuenta con hechizo o carismas especiales que favorezcan sus personas, pero, como muchos manifiestan, “esto es lo que hay”, y los estadounidense votarán, como decimos los dominicanos, “por el menos, malo”.
Esta campaña, plagada de denuncias de líos de faldas femeninas, de constantes infidelidades, tuvo su máxima escenificación cuando en rueda de prensa el republicano Donald Trump presentó a tres compungidas señoras, quienes aseguraron que fueron acosadas y hasta violadas por el expresidente Bill Clinton.
Imagínense, un conejo diciéndole orejudo a otro, puesto que Donald Trump también es famoso por sus líos de faldas e infidelidades, amén de un machismo escaándaloso. La rsepuesta demócrata no se hizo esperar y de inmediato buscaron varias mujeres, entre ellas una actriz porno, quienes aseguraron lo mismo, acoso y violaciones.
Hasta la cantante Madonna ha dado un toque pintoresco sexual. Recién acaba de manifestar que a los que voten por Hillary Clinton, les regalara sexo oral. Esta campaña electoral decadente, donde los insultos personales parece ser que están por encima de los graves temas, como el económico, sanidad pública, que afectan a los Estados Unidos, Donald Trump ha llamado a Hillary asquerosa y que debería estar presa.
La Clinton, de tantos insultos está harta y simplemente ha dicho que ya no quiere responder a nada que venga de este señor, que está en desventaja para llegar a la Casa Blanca. ¡Tremendo circo!