RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
La campaña electoral entra en la recta final, con algunos sectores nerviosos por las tendencias que muestran las encuestas, y en esta etapa el PLD, como todo partido de gobierno, necesariamente deberá cimentar su estrategia en la obra de gobierno y la garantía del mantenimiento del crecimiento con estabilidad con énfasis en el gasto social, mientras el perredé hará gala de su capacidad para realizar promesas que fueron incapaces de cumplir en sus gestiones anteriores y mucho menos en la pasada.

«Miguel es empleo», es el slogan de campaña de un candidato, figura de primer orden, «el súper ministro», en un gobierno que recibió la tasa de desempleo en 13.9% en el 2000 y aumentaron el ejército de desempleados en 232 mil, hasta elevar la tasa al 19.7%; sin embargo este gobierno que prometió crear 450 mil puestos de trabajo en cuatro años, ha logrado reducir la tasa a 15.4% (cifra hasta abril del 2007) creando en el ínterin 345 mil empleos.

Cuestionan el gasto en educación, prometen elevarlo, pero el gobierno del candidato lo redujo del 2.5% del PIB a 1.5%, mientras en esta administración fue llevado de nuevo a 2.5% en el 2007 y en este 2008 se proyecta a 2.7% de PIB. En cuanto al cierre de la brecha digital ese gobierno no se preocupó en colocar la computadora y el internet al acceso de los pobres mientras este gobierno de Leonel Fernández ha sembrado el país de centros de internet al través de la eficiente gestión de INDOTEL (616 centros) y el Despacho de la Primera Dama.

Hacen promesas en cuanto a la salud pública y convirtieron los hospitales en almacenes de enfermos, ya que redujeron el gasto de 1.8% del PIB a 1.2%; sin embargo en la presente gestión ha sido elevado a 1.9% y sigue en aumento, remodelando y construyendo más centros que en doce años de gobiernos perredeístas. El gasto en asistencia social lo tumbaron del 1.1% del PIB al 0.3% y este gobierno se superó a si mismo elevándolo a 1.7%. En cuanto al régimen subsidiado de la seguridad social, estos paladines en la lucha contra la pobreza apenas afiliaron a 45,607 y en este gobierno el número de afiliados arribó al millón.

Hablan del aumento de los pobres, pero las cifras revelan que el pasado gobierno del perredé incrementó los pobres moderados de 28% a 43%, los pobres extremos de 9% a 16%; por el contrario esta administración del Dr. Leonel Fernández redujo la pobreza moderada a 36% y la extrema a 13% (cifras a octubre del 2006). Aun más, fueron incapaces en cuatro años de implementar algún programa a favor de los marginados; sin embargo este gobierno diseñó y puso en ejecución el programa solidaridad («Comer es primero» y ayuda por cada hijo que asiste a la escuela) beneficiando con ello a 300 mil familias y en pocas semanas serán sumadas cien mil familias adicionales.

Hablan de aumento en los precios y el candidato del perredé reclama acciones del presidente Fernández y hasta promete rebajas, apelando a la supuesta mala memoria de los votantes, pero es demasiado reciente que en su gobierno el índice de precios aumentó 130% en cuatro años, la inflación anualizada ascendió a 65% en mayo del 2004, la tasa de cambio se disparó del 16.6×1 al 55×1, mientras en este gobierno, desde agosto del 2004 a noviembre del 2007, el IPC apenas se ha incrementado en 17.9% , la inflación por tres años consecutivos en un dígito y se ha mantenido la estabilidad relativa de la tasa de cambio.

La primera línea del Metro Santyo Domingo, obra visionaria que marca el inicio de la solución del transporte masivo de pasajeros en la capital, ha recibido el embate de estos señores contraponiendo su costo con el nivel del gasto social; sin embargo en su gestión, a pesar de contar con US$1,100 millones en deuda soberana, no erigieron un Metro, pero tampoco ninguna obra de trascendencia social o económica. Eso sí, en cuanto al tema de la inversión pública han sido coherentes; en la oposición cuestionaron la masiva inversión en obras públicas en los gobiernos del Dr. Balaguer, calificándolas peyorativamente como «siembra de varilla y cemento», cuestionaron los túneles y elevados en la pasada gestión del Dr. Fernández. Coherentes también desde el gobierno, pues en tres gestiones no se advierten las obras emblemáticas de trascendencia y desarrollo, mucho menos en la pasada, en la cual el candidato era la figura cimera en materia de construcciones públicas.

Han prometido rebajar los impuestos, pero en el mismo 2000 los elevaron, lo volvieron hacer en el 2003, creando incluso un gravamen de 5% a los generadores de divisas, además propiciaron con sus pésimas políticas económicas el peor de los impuestos, el más regresivo, el que castiga a las mayorías receptoras de ingresos fijos: el impuesto inflacionario.

Promesas, promesas que se llevan los vientos de campaña, pero el electorado no se deja engañar, lo están reflejando en los estudios de las más acreditadas empresas encuestadoras con un Leonel Fernández en ascenso, con una clara valoración frente al candidato del perredé, porque las mayorías están conscientes de que un nuevo ascenso del perredé a la rama ejecutiva del gobierno equivale para las mayorías un descenso en los ingresos reales, en la calidad de vida y un retroceso para el país.