Santander (España). El director de cine argentino Juan José Campanella se ha declarado hoy enamorado de la experiencia “vital” que representa el teatro, donde debutó en la dirección el año pasado como “antídoto” a la tecnología y como manera de “volver a conectar con los actores y el texto».
Después de la película de animación “Futbolín”, Campanella ha explicado, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander (norte), donde participa en un curso sobre la producción audiovisual en español y las nuevas tecnologías, que el teatro le ofreció “la falta absoluta de computadoras».
Tras ese proyecto cinematográfico, el “más difícil” de su carrera y que le dejó “exhausto”, decidió pasar al teatro, una disciplina artística que había practicado como escritor, pero no como director, y en la que se estrenó el año pasado con la comedia “Parque Lezama».
En esta primera experiencia, Campanella ha asegurado que se enamoró del teatro, un medio con el que quiere seguir en contacto y que, según ha añadido, aunque no sustituirá al cine, si “va a reemplazar en gran medida” su faceta televisiva.
“Es una experiencia absolutamente nueva y estoy como un chico con ‘chiche’ (juguete) nuevo”, ha subrayado al explicar que el teatro le ha servido para alejarse de la tecnología del cine y acercarse a un medio en el que, si se necesita colgar algo, “hay que usar una soga».
También ha destacado la relación de “ida y vuelta” que existe con el público, frente a una película que “siempre es la misma”, hasta el punto de que “una tos” de un espectador en el momento equivocado “puede arruinar” una escena de la obra.
“Es como tener la posibilidad de tener veinte cortes distintos de una película y poder mostrarle los veinte al público para ver qué pasa con cada uno”, ha apuntado Campanella, quien, de todos modos, ha resaltado la “inmortalidad” del cine frente al teatro y su “permanencia en el tiempo”, como la literatura o la pintura.
De hecho, ha explicado que está empezando a desarrollar una idea para una nueva película que, por su dificultad, no tiene claro si podrá sacar adelante, aunque ha añadido que se trata de “un lindo desafío».
Campanella ha aclarado que este nuevo proyecto tiene que “ver mucho con lo social” y con el choque de las clases sociales que, a su juicio, “lejos” de estar convergiendo, cada vez se separan más “en todo el mundo».
En rueda de prensa, también se ha pronunciado sobre la politización de las ceremonias de entrega de premios de cine, que considera que tienen que ser un “lugar de descanso”, aunque ha defendido que los profesionales “tiene todo el derecho” a manifestar sus opiniones.
Como presidente de la Academia de Cine de Argentina ha explicado que los órganos directivos están tratando de que la ceremonia de entrega de los premios sea “apartidaria” y que se puedan dejar “todas las diferencias de lado”, en una noche que ve “más” para “reírse y divertirse que para hacer manifestaciones políticas».
“Me parece que hay gente que se queda callada todo el año y justo elige un momento en el que le están enfocando todas las cámaras para tirar un mensaje fuera de lugar”, ha criticado Campanella.
Sin embargo, ha precisado que, aunque los artistas “pueden decir lo que piensan”, ha abogado por hacerlo “con medida y cuando cuadra”, porque, “si te vas a dedicar a la política, dedícate a la política”, ha apostillado.