Campeón mundial en corrupción;
RD sigue cayendo en competitividad

Campeón mundial en corrupción; <BR>RD sigue cayendo en competitividad

La República Dominicana volvió a retroceder, esta vez 9 escalones para completar 15 en los últimos dos años, en el Indice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial correspondiente al período 2011-12 publicado el miércoles 7, con la peor caída de toda América Latina.  

El país resulta campeón mundial en los indicadores de corrupción y en mala calidad de la educación en las evaluaciones de esta institución internacional con sede en Davos, Suiza, a cuyas últimas dos asambleas asistió el presidente Leonel Fernández en enero y abril pasados.

Caída contradictoria.  Los retrocesos dominicanos en el Indice de Competitividad contrastan con el crecimiento que sigue registrando la economía nacional del 7% el año pasado y proyectado para el 6% en  2011. El país encabeza el crecimiento económico latinoamericano de los últimos años, pero fue el que mayor descenso registró entre los de la región en el último año en competitividad global.

En el informe 2011-12, la República Dominicana cae 9 escalones, al pasar de la posición 101 en la anterior evaluación a la 110, entre 142 naciones evaluadas, tres más que el año pasado, cuando fueron 139. El descenso es sostenido si se tiene en cuenta que en la evaluación 2010-11 el país estaba en la posición 101, y que hace dos años estaba en la 95 y cinco años atrás en la 90.

Influye en el descenso el que cada vez la evaluación abarca a un mayor número de países, pero evidencia que el pregonado progreso nacional es bien limitado en el ámbito mundial. En la del año pasado abarcaba a 139 países y ahora a 142, crecimiento de tres que coincide con el descenso dominicano en varios renglones como los referentes a educación.

No puede pasar desapercibido que República Dominicana es líder mundial en dos renglones importantes: despilfarro en el gasto gubernamental y en desconfianza en los servicios policiales, en los que se le sitúa en el escalón 142 de igual número de naciones evaluadas. En calidad de los servicios educativos, en la tasa nacional de ahorro y en la confianza en los políticos, el país queda situado en los últimos ocho escalones mundiales.

De los 22 renglones en que peor aparece el país, entre los últimos 31 de las 142  naciones, vale resaltar una mejoría en la última evaluación en  la tasa de matrícula de la educación primaria, donde pasó del escalón 120 al 111, en la eficiencia del marco regulatorio, del 120 a 112, en el crimen organizado del 121 y al 113, en el costo de la delincuencia para las empresas del 125 al 122  y en calidad del suministro eléctrico, que ascendió de la posición 132 a la 129.

Corrupción y educación.  Los renglones en los que peor situada aparece la República Dominicana en el Indice de Competitividad  coinciden con las apreciaciones y críticas de la opinión pública y el registro de las encuestas nacionales, que el Gobierno atribuye a falsa apreciación y a un supuesto “plan mediático” para el descrédito de la actual gestión gubernamental.

El índice contiene tres renglones indicadores de corrupción gubernamental: despilfarro en el gasto gubernamental, favoritismo de los funcionarios del Gobierno y desvío de los fondos públicos. En ellos el país ocupa las posiciones 142, 141 y 140, respectivamente, lo que permite sostener que se le clasifica como campeón mundial   

En la materia básica de educación, las notas que obtiene el país son de altísima reprobación: calidad de la educación primaria en la posición 140, educación en matemática y ciencias 139 y la calidad general del sistema educativo aparece en el escalón 136, lo que quiere decir que sólo 6 países de 142, tienen peor evaluación en el fundamental renglón de la educación. Una mejoría significativa se advierte en la tasa de matriculación en la educación primaria, donde el país ascendió 9 escalones del 120 al 111.   

En la tasa nacional de ahorro los dominicanos quedan también con pésima evaluación, ocupando el escalón 138, es decir que sólo en 4 países se ahorra menos, lo que confirma la percepción de que hay un gran consumismo y afición a lo superfluo, al lujo y la vanidad en la población nacional, especialmente en los sectores altos y medios de la población.

Otro indicador que avala las preocupaciones actuales de la sociedad dominicana es la  confiabilidad en los servicios policiales, donde el país aparece situado en el último escalón.

Contundente evaluación.  El Indice de Competitividad del Foro Económico Mundial es un golpe contundente a los que pontifican sobre el extraordinario crecimiento y mejoramiento institucional de los últimos años y avala las críticas e insatisfacciones  de la opinión pública nacional.

 Tiene la agravante de que en este caso no se le puede atribuir a intereses políticos locales ni a ningún “plan mediático”, ya que el propio presidente Leonel Fernández ha avalado ese organismo. En efecto el mandatario asistió a finales de enero pasado a la reunión anual del Foro que se celebra en Davos, Suiza. Y tres meses después, en abril, acudió a su asamblea latinoamericana que este año tuvo efecto en Río de Janeiro, Brasil.

En ambos escenarios el mandatario dominicano pronunció discursos, que no lograron impactar a los evaluadores, dados los resultados del índice publicado esta semana, aunque generalmente el doctor Fernández causa buena impresión por el tono de modernidad y la elocuencia que lo caracterizan.

Después de la República Dominicana, los latinoamericanos que tuvieron mayor retroceso en el Indice de Competitividad de este año fueron los centroamericanos: El Salvador, Guatemala y Costa Rica que, sin embargo, se mantuvieron en escalones  superiores, 91, 84 y 61 respectivamente. Nicaragua cayó dos escalones para situarse en el 114, cuatro por debajo de RD.

En el caso dominicano el retroceso es más significativo porque en general la región latinoamericana tiene mejores perspectivas de competitividad en el escenario de crisis económica internacional, resalta el informe mismo. 

Los mejores renglones

Si bien el país no aparece en el primer quintil positivo en ninguno de los 111 renglones evaluados, es notable que se inscribe en 14 dentro del segundo quintil. La mejor evaluación es en fortaleza de los bancos, donde ocupa la posición 34, lo que debe ser considerado como consecuencia de las quiebras bancarias del 2003 que generaron un saneamiento de la banca nacional.

También se evalúa muy bien la colaboración entre empleadores y empleados, en el escalón 37 de los 142 países analizados. Contrario a la percepción nacional en la deuda gubernamental como porcentaje del producto bruto interno, el país ocupa la posición 41, al igual que en prevalencia de la propiedad extranjera y en el impacto de la inversión extranjera en los negocios. Otra sorpresa es en equilibrio del presupuesto gubernamental en proporción del producto bruto, ocupando el escalón 45.

Otros renglones en que la nación queda dentro del cuarenta por ciento mejor evaluada son: flexibilidad en la determinación salarial, protección al inversionista, calidad de la infraestructura del transporte aéreo, en la transparencia en la elaboración de políticas gubernamentales y en el desarrollo de clusters. También quedan bien parados los procedimientos aduanales y la calidad de la infraestructura de los muelles portuarios, que obtienen las posiciones 57 y 58 entre los 142 países evaluados.

Atendiendo a los 12 pilares que comprende la evaluación, en el que peor parado aparece el país es el referente a instituciones e institucionalidad, seguido por  salud y educación primaria, educación superior y eficiencia profesional, e innovación. En los que resulta mejor evaluado es  en eficiencia del mercado de bienes y servicios, eficiencia del mercado laboral y desarrollo del mercado financiero.

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