Pastor Silvio Molina, Miguel Ángel Gullón, Pelegrinos y Campesinos del Seíbo durante una rueda de prensa en el Convento Misioneras Dominica del Rosario. Santo Domingo Rep. Dom. 04 de noviembre del 2019. Foto Pedro Sosa
La lucha de los campesinos de San Francisco Vicentillo, La Culebra, de El Seibo, por la tenencia de la tierra comenzó en 1975, hace exactamente 44 años, pero se agudizó a partir de junio de 2016 cuando el Instituto Agrario Dominicano (IAD) terminó de medir y asentar a los campesinos en sus respectivas parcelas.
Aunque el IAD asentó a los agricultores en sus predios, no otorgó los títulos, lo que abrió el apetito de un terrateniente que los campesinos identifican como Pedro Guillermo Varona (El Cubano), a quien consideran con más influencia en las autoridades que el prófugo César El Abusador.
Tanto así, que supuestamente se jacta en decir que él gobierna de San Pedro de Macorís para allá y Danilo Medina el resto del país, además que es un donador de recursos en campañas electorales.
Silvio Molina. pastor y vocero de la Asociación de Trabajadores Agropecuarios Mamá Tingó; Audilín Ubiera, pastor y dirigente de la misma organización, así como Miguel Ángel Grullón, sacerdote dominico, director de Radio Seibo, narran las amenazas de muerte y torturas de que han sido objeto los agricultores por su lucha.
Ubiera explica que en noviembre de 2016 el IAD concluyó con el asentamiento campesino en que cada agricultor tenía su predio señalizado, mapeado, alambrado y dentro de cada una la casa de la familia, sus animales y todo lo necesario para vivir.
Luego, narra, Varona (El Cubano) se las ingenia para que desalojen a los parceleros, pero en ese momento encontró la oposición del abogado del Estado que lo impidió. Sin embargo, este funcionario echa para atrás la medida, y el 6 de noviembre de 2018 se produce el desalojo de los 613 campesinos.
Este proceso, apunta, se produjo con la furia de un contingente de militares y bandas de civiles armados hasta con fusiles y ametralladoras, llevados desde Hato Mayor, destruyendo más de 200 viviendas y sembradíos.
Deplora que los organismos del Estado que deben intervenir para evitar el abuso se hayan hecho sordos, mudos y ciegos para los campesinos, no así para los destructores que cuentan con sus complicidades.
Ante el reclamo de los títulos, precisa, las autoridades solo respondían que estaban en el proceso, que llegaría a más tardar en diciembre del año pasado, y que dio paso para que El Cubano organizara sus acciones.
La visita sorpresa. Recuerda que el 10 de junio del año pasado, el presidente Danilo Medina giró una visita sorpresa a San Francisco, Vicentillo, donde los campesinos de La Culebra explicaron la situación y el mandatario se comprometió a atender sus reclamos.
Sostuvo que el Presidente de la República se comprometió a enviar una comisión que trabajaría con la titulación de las parcelas, pero hasta el momento la respuesta ha sido el maltrato.
La cantidad de parcelas oscilan entre 30, 50 y 60 tareas, de las 20,019 que tienen sembradas de cacao y otros productos agropecuarios de los que dependen para mantener a sus familias.
Amenazas. De su lado, el sacerdote Grullón alerta al Gobierno sobre las amenazas de que han sido objeto los dirigentes campesinos y la negativa del Ministerio Público en El Seibo y Hato Mayor a recibir las querellas.
Señala que Ubiera ha recibido amenazas a través de su móvil, tanto a él como a su esposa y sus hijos, con videos mostrando ataúdes que tienen preparados para cuando sean asesinados, situación que preocupa en la provincia y que debe mover a la acción de las autoridades.
Expresa que entre los mensajes que manda a colocar El Cubano destacan algunos como “sus días están contados, sabemos dónde se mueven, dónde estudian sus niños”, lo que considera grave.
Responsabilizan al Ministerio Público de lo que ocurra por negligencia.
Critica que el abogado del Estado, José Antonio Polanco Ramírez, ordenara el desalojo de los campesinos a pesar de que el director del IAD advirtiera que no lo hiciera hasta tanto terminaran las mediciones y entrega definitiva.
Recuerda, además, el decreto 486 de 1975, emitido por el entonces presidente Joaquín Balaguer, declarando de utilidad pública los predios, debido a que los campesinos los venían trabajando por generaciones.
Advierte que no vengan ahora con pretender otorgar otros terrenos que no sean los que reclaman, ya que los terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) sería casi imposible trabajarlos debido a que luego de década sembradas de caña queda prácticamente muerta por la cantidad de pesticidas y otros químicos que se utilizan.
Condena la orden de arresto a 45 campesinos por orden del extranjero, por lo que no han podido estar en la vigilia en Santo Domingo por temor a ser arrestados durante el trayecto.
Cae un menor. En la lucha han caído al menos cuatro campesinos, el más reciente el menor de 12 años Carlitos Rojas Terrero, que mañana iría al sexto juicio, por lo que exige claridad, ya que este fue acribillado por uno de los sicarios del cubano.
Afirma que el arma homicida fue encontrada en la casa del cubano durante un allanamiento, por lo que los responsables tienen que ir a la cárcel.
Nancy Eusebio exige al Ministerio Público actuar contra los sicarios de Varona, ya que es muy diligente cuando es este quien se querella contra los campesinos.
Venir a SD. De su lado, el pastor Silvio Molina sostiene que decidieron venir a Santo Domingo y plantarse frente al Palacio Nacional, porque ni en El Seibo ni el Hato Mayor tienen respuesta a sus reclamos.
Estima que allá no se puede vivir, debido a que El Cubano mantiene un estado de sitio con torturas, cárcel, sicariato y todos están vendidos.
Narra que es tanta la represión que la esposa de un campesino llamado Pedro cayó muerta de un infarto y otro fue encontrado sin vida por la misma situación.
Expone que hay agricultores que han sido torturados con métodos que utilizaba la dictadura de Trujillo como el de machacar los testículos, colocarlos de cabeza en tanque de agua y otros.
Confían en que el presidente Danilo Medina no los abandonará, ya que conocen de su sensibilidad con los campesinos.
No se van de SD
Los campesinos, que hace 17 días llegaron al Palacio Nacional desde El Seibo, caminando durante cinco días, fueron desalojados la madrugada del pasado jueves de los jardines del frente del Palacio Nacional, luego de varios días apostados en ese lugar a la espera de ser recibidos por el presidente Danilo Medina. Se les informó que se trató de una orden superior. Desde esa madrugada fueron acogidos en la Casa de las Misioneras Dominicas del Rosario, en la calle Rosa Duarte, entre México y Francia, de donde salieron el viernes pero impedidos de llegar al Palacio Nacional.