Canarios echan chispas por ola inmigrantes

Canarios echan chispas por ola inmigrantes

PUERTO DE LOS CRISTIANOS, España, (AFP).- Una nueva ola de inmigrantes del oeste de Africa llegó ayer sábado al sur de Tenerife en cuatro cayucos, sus frágiles barcas pesqueras, despertando la furia de unos 50 locales que los recibieron con insultos e intentaron golpear a varios fotógrafos de prensa.

Un cayuco con un centenar de inmigrantes que dijeron provenir de Gambia arribó al puerto de Los Cristianos a la 01H00 local (00H00 GMT del sábado), remolcado por un navío de Salvamento Marítimo que lo interceptó en el mar para impedir su desembarco en la playa repleta de turistas, constató la AFP.

Nueve de los inmigrantes habían sido trasladados horas antes a otro barco de las autoridades porque se encontraban en estado grave, y uno de ellos venía delirando, señaló una enfermera de la Cruz Roja que los atendió en un hospital de campaña montado en el puerto.

«Uno de ellos me comentó que no creía que llegaría vivo a tierra; no me paraba de dar las gracias», dijo a la AFP Austin Taylor, coordinador del dispositivo de Cruz Roja en el puerto que recibió a las tres embarcaciones.

«Algunos han llegado a besar el suelo al tocar tierra. Hay muchos que se mueren en el camino», añadió.

Unas 50 personas originarias de la isla manifestaron a gritos su malestar con la continua avalancha de inmigrantes que llega a diario al archipiélago, un paraíso que recibe anualmente a 12 millones de turistas, y trataron de obstaculizar el trabajo de los fotógrafos.

   «¡Negros de mierda!», «¡Nuestros hijos no van a tener qué comer!», «¡Mi hermano está en el paro y a él no le dan ropa y té!», gritaban, mientras buscaban golpear a un grupo de fotógrafos de prensa que debió ser protegido por la policía.

   «Fue tremendo. Pensábamos que nos iban a linchar», contó uno de ellos.

   Otro cayuco con 57 inmigrantes que también dijeron ser de Gambia fue interceptado la mañana del sábado cerca de la playa de Las Galletas, donde se asoleaban decenas de turistas extranjeros, y remolcado hasta el puerto de Los Cristianos.

   Un tercer cayuco con 12 personas llegó al mediodía, y un cuarto con 55 inmigrantes al atardecer, presuntamente ambos de Senegal. La enorme mayoría de los recién llegados son hombres jóvenes.

   Informaciones de prensa que dan cuenta de la próxima llegada conjunta de 15 a 20 cayucos con inmigrantes a bordo no han sido confirmadas por las autoridades, pero sin embargo la Cruz Roja está alerta.

   «Estamos preparando gran cantidad de material por si acaso», indicó Taylor. A su llegada, los inmigrantes reciben agua, té y galletas, y una muda de ropa que contiene un pantalón y chaqueta informales, dos camisetas, dos calzoncillos, dos pares de calcetines y un par de zapatos.

   Los centros de internación de inmigrantes en el archipiélago tienen capacidad para acoger a unos 5.000 inmigrantes pero mantienen actualmente a más de 8.000, custodiados por unos 30 policías.

   Desde el 1 de septiembre, Tenerife, la mayor de las islas Canarias, ha recibido a más de 3.500 indocumentados, principalmente de Mauritania, Senegal y Cabo Verde. Más de 23.000 subsaharianos han desembarcado en Canarias en lo que va del año, cuatro veces más que durante 2005.

   Tras 40 días en los centros de retención, algunos son expulsados y otros trasladados a la Península Ibérica.

   Los inmigrantes pagan hasta 1.000 euros (unos 1.200 dólares) a los traficantes para realizar la peligrosa travesía de varios días, hacinados en cayucos donde no cabe ni un alfiler, en la que arriesgan la vida para llegar a Europa y dejar atrás un mundo de violencia y miseria.

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