Canastas navideñas,  un regalo con tradición

Canastas navideñas,  un regalo con tradición

Las canastas se han convertido en uno de los más representativos obsequios de fin de año. Desde que se vislumbran los primeros parpadeos de las lucecitas navideñas, hay quienes las esperan con ansias y quienes las obsequian con amor, deleite y gratitud.

Las hay de todo tipo. De bebidas, quesos, embutidos y dulces. Pero, sin dudas, las de productos gourmet y vinos son las más populares entre los dominicanos, ya que constituyen un regalo práctico y económico para estas fechas festivas. ¿Lo mejor? Son creadas para todos los gustos y presupuestos, incluyendo nuevos y modernos diseños.

“La Navidad es la temporada que ofrece mayor oportunidad para complacer las exigencias de nuestros clientes y proveerles de variadas alternativas de regalos para sus seres queridos y socios de negocio”, comenta Yesenia Báez, gerente de Retail de tiendas La Enoteca.

“Las canastas son muy populares, y en nuestro caso, son la vitrina ideal para los productos que representamos en el país”, agregó.

Un poco de historia.  Regalar canastas en Navidad no es cosa de ahora. Obedece a una tradición de antaño. Incluso relacionada por los historiadores a los Reyes Magos. Según cuenta la Biblia, dichos personajes llegaron de Oriente hasta Belén guiados por una estrella, y cada uno trajo consigo un obsequio para adorar al pequeño Salvador: oro, incienso y mirra, colocados en sus respectivos cofres o canastas.

Se cuenta también que en 1846, la reina Victoria de Inglaterra era una fanática de esta costumbre: solía utilizar cestas decoradas con almendras azucaradas y velas, las cuales colocaba al pie del árbol navideño y luego regalaba.

Pero el hecho que se asocia con más fidelidad al surgimiento de las hoy tan populares canastas de temporada, son los aguinaldos. Aunque los dominicanos los conocemos como coros itinerantes que van de puerta en puerta, cantando villancicos, realmente en Europa constituían en sus inicios una manera de recolectar dinero para costear las cenas de Nochebuena. Sobre todo por empleados públicos y privados.

Los patronos optaban entonces por entregar “el aguinaldo” a manera de cestas que incluían viandas, turrones, frutos secos, conservas, embutidos, licores y vino.

En nuestro país las empresas las obsequian a sus empleados, proveedores y clientes en agradecimiento por su fidelidad durante el año. También, en algunos casos es el centro de la mesa navideña familiar, por lo que los elementos que las componen suelen ser productos ideales para compartir y festejar.

 Diferentes propuestas. Exquisitos embutidos, exóticas golosinas, finos quesos y cremosos chocolates, no faltan en las canastas actuales.

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