POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
El secretario de Salud Pública destituyó ayer a las directoras y administradoras del hospital Luis Eduardo Aybar y del Centro de Gastroenterología, debido a que en ambas instituciones se había impuesto «el desorden y la indisciplina».

En ese sentido, el doctor Sabino Báez advirtió a todas las autoridades hospitalarias que no permitirá indisciplina y desorden. Llamó a los administradores de los hospitales a respetar a las autoridades.

De inmediato, el secretario de Salud posesionó a los nuevos funcionarios y dispuso que los destituídos ocuparan otras posiciones de gerencia en la sede de Salud Pública y en la dirección de Atención Primaria, respectivamente.

La doctora Hilda Santana, pediatra que hasta ayer dirigía el hospital Aybar, pasó a dirigir la dirección de Atención Primaria, mientras la doctora Carmen Báez, quien hasta ayer se desempeñó como directora del Centro de Gastroenterología, quedó sin funciones, aunque se informó que en pocas horas pasará a un cargo en Salud Pública.

El nuevo director del hospital Luis Eduardo Aybar es el cardiólogo César Jesurún, mientras que el director de la Unidad de Gastroenterología es el doctor Miguel  Castro. Saba Medina, administradora del Aybar, fue enviada como asesora del periodista Carlos Ramírez Báez, en la dirección de Relaciones Pública de Salud Pública.

El administrador de la Unidad de Gastroenterología, Edgar Reyes, pasó a dirigir la administración del Centro de Enfermedades Tropicales (CENTET), mientras que la administradora del CENTET, Leocadia Altagracia De Oleo Nina, irá al Centro de Gastroenterología.

La doctora Báez está clara en que contra su gestión se tejió un plan para que abandonara la posición. En ese sentido recordó cuando las turbas penetraron a su despacho para que nombrara gente en posiciones técnicas.

LOS PROBLEMAS

El historial de problemas de esos centros de salud comenzó cuando a menos de un mes de que la entonces directora del Centro de Gastroenterología, doctora Carmen Báez, fuera sacada de su despacho por una turba que reclamaba empleos.

 Los problemas siguieron, debido a que supuestos peledeístas de la zona querían quitarla para que se nombrara una persona que los colocara en posiciones técnicas del centro.

En esa oportunidad hubo papeles, oficinas y otros útiles destrozados, lo que fue condenado por la comunidad médica nacional.

En el hospital Luis Eduardo Aybar nunca fue posible conciliar las diferencias entre la doctora Hilda Santana y Saba Medina, directora y administradora, respectivamente.

«Para nadie es un secreto que en el Morgan había diferencias administrativas que entorpecían las labores de ese hospital y aunque hicimos esfuerzos, no pudieron ser resueltas, «por lo que el Despacho tuvo que actuar», dijo el doctor Sabino Báez.

Insistió en que  Saba Medina deberá aprender a respetar las jerarquías porque, a su juicio, ese es un componente sagrado en las instituciones del país.

Dijo que tiene la esperanza de que esos problemas no sean ahora extrapolados a Relaciones Públicas, donde fue trasladada la ex administradora del Luis Eduardo Aybar.En el día de ayer se hacía una consulta en el partido de Gobierno para nombrar a la nueva administradora de ese centro de salud.