POR MARIEN A. CAPITAN
El maestro Rafael Almengó Pascual tenía 22 años laborando en dos centros educativos de Puerto Plata y, aunque compartía sus funciones docentes con las labores de secretario de la Junta Central Electoral (JCE) desde hace 14 años, nunca había faltado a su trabajo. Pese a ello, el mes pasado fue cancelado.

Tras quejarse amargamente de su despido, Almengó señaló que se enteró de su cancelación cuando dejó de recibir su cheque el pasado veintitrés de diciembre. En ese momento, ante su sorpresa, le advirtieron que ya no podía trabajar para dos instancias gubernamentales a la vez.

Aunque advierte que sus funciones en la JCE nunca han afectado su labor magisterial, a Almengó lo que más le duele es que no se hayan comunicado con él para preguntarle con qué trabajo deseaba quedarse. De haberle dado a elegir, asegura, se hubiera quedado con el de Educación.

 “Ellos me cancelaron sin intercambiar pareceres conmigo, sin preguntarme nada, sin dejarme decidir (…) A mí me extrañó que me dieran la noticia  el 23 de diciembre, cuando mi cheque no salió y me comunicaron que me suspendieron porque yo tenía doble función. Sin embargo, yo trabajo en la JCE cuando las escuelas están cerradas”.

Indicando que como secretario de la JCE le corresponde llevar los sellos y las comunicaciones, Almengó explicó que tiene un suplente normalmente por lo que no tiene que estar en la dependencia hasta que se recrudecen los trabajos: en tiempos electorales. Como esto sucede cuando las escuelas están cerradas, añadió, no enfrenta ningún inconveniente.

Hecha esta afirmación, Almengó sostuvo que por las mañanas daba clases de química, biología y física a los alumnos de primero, segundo y tercer grado de media del Liceo Secundario Hermanas Mirabal, que está ubicado en Villa Isabel, Puerto Plata. En la tanda vespertina, por otro lado, impartía docencia a los niños del cuarto grado de básica de la Escuela Luz Varona, de La Allanada.

Mostrando su libro de registro para dar evidencias de que cada día cumplía con su jornada laboral, Almengó apuntó que no entiende por qué le quitaron las dos tandas. En dado caso, subrayó, debieron suspenderlo en el horario matutino que es cuando podría  tener algún inconveniente al acoplar sus dos trabajos.

Descartando que su cancelación tenga matices de retaliación puesto que no pertenece a ninguna organización política, Almengó se definió como un maestro a carta cabal. Por ello, espera recuperar su trabajo como maestro.

“Prefiero descartar el trabajo en la JCE para quedarme con el de Educación. Eso es lo correcto que tengo que hacer porque yo lo que soy es un maestro de oficio, de profesión”.

Finalmente, tras indicar que con sus 22 años de carrera no merece que lo maltraten con una cancelación, Almengó manifestó que si las autoridades no lo quieren en la cartera lo que tienen que hacer es pensionarlo.