El Carcinoma Colorectal constituye un problema de salud pública, aún en países con excelentes estrategias de screening y prevención. En Los Estados Unidos, unos 146,940 casos son diagnosticados cada año y unas 56,730 personas mueren de la enfermedad.
El cáncer colorectal se considera la tercera causa de muerte por cáncer, tanto en hombres como en mujeres, y es también el tercer tumor maligno más común, después del cáncer de pulmón y próstata en el hombre y el cáncer de mama y pulmón en la mujer (en nuestro país es mama y cuello de útero).
El cáncer colorectal aumenta con la edad y tiene una mayor incidencia en la población de países industrializados. Las causas específicas del desarrollo de este tumor no son conocidas, pero existen factores asociados a la enfermedad como son los de origen nutricional, genéticos, familiares, enfermedades preexistentes, etc. Ejemplo de estos factores predisponentes son la polipósis familiar, la enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa crónica, la enfermedad de Crohn, los síndromes de cáncer familiar y los pólipos adenomatosos. En estadios temprano, el paciente puede estar asintomático o puede presentarse con signos y síntomas: cambios de los movimientos del intestino, sangrado rectal que muchas veces es atribuído a hemorroides u otra patología benigna. Generalmente los cánceres del cólon izquierdo causan estreñimiento (constipación), alternándose con diarreas, el paciente puede presentar dolor abdominal y síntomas obstructivos tales como náuseas y vómitos. Las lesiones del lado derecho producen pérdida de peso, anemia, debilidad. La Sociedad Americana de Cáncer recomienda que toda persona a la edad de 50 años se realice TEST DE SANGRE OCULTA EN HECES y una SIGMOIDOSCOPIA PLEXIBLE. Luego, el test de sangre oculta en heces cada año, una sigmoidoscopía flexible cada cinco años, una colonoscopía cada 10 años, enema baritada con doble contraste cada cinco años. En caso de que la determinación de sangre oculta en heces (FOBT), la sigmoidoscopía o la enema baritada, sean positivo, la colonoscopía deberá realizarse inmediatamente. Si una persona presenta una polipósis familiar adenomatosa será su médico quien deberá darle una guía de tratamiento y screening a seguir. Una de las maneras de enfrentar este carcinoma es a través de la Radioterapia Tridimensional Conformada (3D), la cual irradia específicamente el tumor en el área afectada, sin lesionar zonas saludables alrededor del mismo. Casi siempre el tratamiento se hace combinado con Quimioterapia y Cirugía. Para más información: www.radonic-cri.com. El objetivo fundamental de la Radioterapia consiste en suministrar altas dósis de radiación a los tejidos afectados, minimizando las dósis absorbidas por los órganos sanos circundantes. Por medio de la Simulación/ Localización y la Planificación Computarizada, el médico radioterapeuta y el físico tratan de optimizar la relación entre dósis-tumor y dósis-tejidos sanos que son atravesados por los diversos haces de radiación generados por el Acelerador Lineal. Fuente: Radonic
Recomendaciones
El tratamiento del cáncer colorectal es básicamente quirúrgico, la utilización de quimioterapia adyuvante (post- operatoria) es más utilizada en el cáncer de recto. Lo más importante, de todo lo expuesto, es ver en que medida cambiamos nuestro estilo de vida, principalmente en lo que respecta a nuestras costumbres alimenticias y ser más exigentes con nuestra salud, de la cual nos despreocupamos a tal extremo, que muchas veces no recordamos cuando realizamos el último chequeo general.
Se hace necesario que los organismos gubernamentales, asociaciones contra el cáncer, grupos de salud pública, pero sobre todo la poderosa influencia de los medios de comunicación como la prensa y la televisión, incidan sobre la población para que modifiquen sus costumbres y hábitos, tratando de influir en los grupos de menor capacidad socioeconómica, que en general son los que tienen mayores problemas sanitarios. El consumo de alimentos rico en fibras, de escaso contenido en grasa, así como cereales integrales, frutas y vegetales, evitando en lo posible el consumo de alcohol, así como la evaluación méedica general, contribuirán a disminuir el riesgo de cáncer o por los menos hacer un diagnóstico a tiempo, cuando el tumor puede ser curable.
Con estas recomendaciones estaremos también contribuyendo a disminuir la incidencia de hipertensión, cardiopatías, diabetes mellitus, accidentes vasculares, etc.
Se hace necesario recordar que gran parte de los cánceres surgen en todo el mundo por acción de ciertos carcinógenos o mezclas de ellos relacionadas con las tradiciones alimenticias y estilos de vida de las personas. Estas recomendaciones deberían ser parte de un Plan de Educación de Salud, por parte de la secretaria de Estado de Salud Pública y puede dar como resultado reducir el costo de la asistencia médica y hacer un diagnóstico a tiempo de tumores que en estados avanzados conducen a las muerte como lo es el Cáncer Colorectal.
Soluciones para el hipo
Hay personas que llaman a la intervención divina para este mal. Uno de los remedios más tradicionales es rezar una oración a San Antonio, el patrono de las causas perdidas. Pero dicen las abuelas que un buen susto lo puede parar instantáneamente. El hipo, usualmente, proviene de comer rápido y mucho, o de comer algo muy picante o tomar alcohol en exceso y / o bebidas gaseosas. Puede aparecer también por una imprevista situación que haya provocado estrés. Cualquiera de los motivos detallados perturban los nervios que controlan el diafragma; músculo que con su expansión ayuda a los pulmones en el mecanismo de la respiración. En la crisis, los nervios disparan un espasmo involuntario en el músculo, forzando a la persona a succionar aire. Luego la glotis (abertura que hay entre las cuerdas vocales) se cierra rápidamente, lo que impide el paso del aire provocando el sonido del hipo. Después de un momento, el diafragma se contrae nuevamente y el proceso vuelve a empezar. Muchas curas se dirigen a interrumpir el ciclo; se puede aplicar cubitos de hielo a los costados del cuello al nivel de la «nuez de Adán», tomar agua helada, o hacer gárgaras. Otro truco, de los tantos, es tragar lentamente una cuchara de té con azúcar, hielo triturado, o pan duro. Pero ¿cuántas veces hemos tratado de remediarlo y no dio resultado? Una solución más. Entre las estratagemas que suelen ser efectivas está la de respirar dentro y fuera de una bolsa de papel, que no puede ser substituida por una de plástico. Así se levanta el nivel de dióxido de carbono en la sangre. ¿Cómo sucede? Nadie está muy seguro, pero todo indica que esta solución es efectiva. Si el alcohol es el motivo del hipo, existe el llamado «truco del cantinero»: se debe cortar la punta de un limón más bien verde, porque debe ser bien agrio, y luego comer esa cascarilla y chupar el líquido que queda afuera. Un poco amargo pero efectivo al fin.