El cáncer de ovario es el segundo cáncer ginecológico más frecuente, y aunque en general es una enfermedad poco común, es bastante grave, ya que, desafortunadamente, se suele descubrir en un estadio avanzado, cuando su tratamiento es más difícil.
Esta condición representa entre el 4 y el 5 % de los tumores femeninos, con unos 205 000 nuevos casos diagnosticados por año en todo el mundo, y es el origen del 47% de las defunciones por cáncer ginecológico, por lo que se convierte en la primera causa de mortalidad entre los cánceres de esa zona a nivel mundial.
Las estadísticas señalan que el riesgo de padecer cáncer de ovario es de uno en 76.
Los ovarios son pequeñas glándulas del tamaño de una avellana, ocultos en la profundidad de la parte superior de la pelvis menor. Están unidos al útero por ligamento y por las trompas de Falopio y están en contacto con el abdomen, con los órganos digestivos y el peritoneo.
Los ovarios producen estrógenos y progesterona, hormonas que preparan el útero para que se produzca la anidación del óvulo fecundado y pueda iniciarse así la gestación.
El cáncer de ovario más frecuente es el tipo epitelial, que se desarrolla en las células que recubren la glándula, y representa el 90 % de todos los casos; este afecta a mujeres con más frecuencia entre los 45 o 60 años de edad.
Hay otros tipos menos frecuentes de cáncer de ovario como son la variedad germinal, que afecta a mujeres jóvenes entre 15 y 25 años, y nace en la célula germinal (óvulos inmaduros). Este representa el 10 %, y los tumores del estroma ovárico que son muy raros.
Aproximadamente 45 % de las pacientes que sufren un cáncer de ovario están vivas a 5 años. Esta estadística se trata de una supervivencia global, sin tener en cuenta edad, tipo histológico o etapa de la enfermedad.
Factores de riesgo. Los principales factores que incrementan la posibilidad de que una paciente sufra de cáncer epitelial de ovario son entre otros:
Los antecedentes familiares. Alrededor de 20 % de los cánceres de ovario son hereditarios, y aunque la mayoría se vincula con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, hay varios otros genes que también pueden estar involucrados. El riesgo es más alto para las mujeres con dos o más familiares de primer grado con cáncer de ovario.
Esa condición se llama cáncer de ovario hereditario familiar, y son los pacientes que tienen mejor pronóstico, porque al tener una mutación responden mejor al tratamiento inicial de quimioterapia y además ya se están desarrollando fármacos que son los inhibidores del PARP para este grupo de enfermas.
Antecedentes personales o familiares de cáncer de endometrio, de mama y de colon.
-Síndromes genéticos como los de Lynch y el Peuttz-Jeghers entre otros, incrementan el riesgo.
-Edad: según avanza la edad, es mayor el riesgo de padecer cáncer de ovario. La mayoría de las muertes por este tipo de cáncer se presentan en mujeres de 55 años en adelante.
-Nuliparidad, las mujeres que no han tenido hijos (nulíparas) tienen mayor riesgo.
-Tratamientos para la fertilidad en más de una ocasión. La menarquía precoz (antes de los 10 años y la menopausia tardía (por encima de los 50 años).
-La endometriosis asociada también a cáncer de endometrio.