El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, descartó ayer la intervención militar en Venezuela como solución a la crisis, y reiteró que la opción diplomática es la mejor vía para solucionar un conflicto interno en un país amigo.
Consideró en una nota que el camino debe ser el diálogo franco y sincero, para lograr un acuerdo de reconciliación nacional que garantice la convivencia pacífica y democrática del pueblo venezolano y que una acción militar de Estados Unidos agravaría aún más el conflicto.

“Evidentemente que sería un contrasentido si lo que se busca es solucionar una crisis política interna en un país de la región, donde, además, existe un Gobierno elegido democráticamente por el pueblo venezolano…”, expresó.

Sostuvo en el documento que el Gobierno reitera su posición inicial de que haya una solución diplomática a la crisis venezolana, planteada en los términos de una negociación equilibrada, con el acompañamiento de países amigos que garanticen el cumplimiento cabal de los acuerdos a que se arribe.

Recordó que el presidente Danilo Medina puso el territorio dominicano a disposición de las partes en conflicto para esa negociación y lograron algunos avances en reuniones sucesivas celebradas en la región, con representación tanto del sector oficial como de la oposición venezolana.

Vargas expuso que ha sido esa la razón, precisamente, por la que República Dominicana se ha mantenido en la equidistancia en todos los foros donde la diplomacia internacional ha debatido el problema.
Afirmó que el país ha asumido esa actitud porque entiende que la existencia de un arbitraje imparcial resultará imprescindible en la solución de un conflicto, en un país que durante seis décadas ha dado cátedra de ejercicio democrático en América Latina.

No obstante, cree que es urgente que las partes en conflicto estén dispuestas a participar en un diálogo para lograr un acuerdo.
El Gobierno venezolano tiene ahora además una Asamblea Constituyente.