BUENOS AIRES, AFP. Gran Bretaña reconoce la presión mundial y «siente que tiene que dar explicaciones» por las Islas Malvinas, afirmó este miércoles el canciller argentino, Héctor Timerman, luego de que una observadora británica se refirió al tema el martes en la 42 asamblea de la OEA en Bolivia.  

Gran Bretaña «reconoce que hay una presión internacional para que dé respuesta. Se está dando cuenta de que por más poder que tenga no va a poder mantenerse en silencio frente a este empeño que ha puesto Argentina en obtener sentarlos a una mesa de negociación», dijo el canciller en rueda de prensa.  

Agregó que «Gran Bretaña comienza a dialogar con Argentina, por ahora no en forma directa, pero sí siente que tiene que dar explicaciones».

«Para nosotros es un paso muy importante. Esperemos que continúe dando estos pasos ante esta necesidad de iniciar el diálogo», afirmó Timerman.  

El canciller advirtió que ante los reiterados pedidos de la ONU y otros foros internacionales para que las partes se sienten a negociar sobre la soberanía de las Malvinas, «el silencio es lo que caracteriza a Gran Bretaña (pero) por primera vez, ayer (martes) se sentaron en un foro y plantearon su punto de vista».  

En el marco de la 42 asamblea de la OEA realizada en la localidad boliviana de Tiquipaya, la observadora del Reino Unido, Fiona Clauder, «por primera vez pidió hablar sobre el tema Malvinas», dijo el ministro.  

Timerman y Clauder se saludaron tras exponer sobre el conflicto en un gesto calificado por la OEA como «un hecho histórico, cuando se cumplen 30 años de la guerra de las Malvinas».  

El canciller anunció que la presidenta Cristina Kirchner participará la semana próxima de una reunión del Comité de Descolonización de la ONU.  

Argentina y Gran Bretaña se enfrentaron en 1982 en una guerra que concluyó con la rendición de las tropas del país sudamericano, entonces sometido a una dictadura militar, con un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.