POR MANUEL JIMENEZ
El canciller de Brasil, Celso Luiz Amorim, expresó ayer serias preocupaciones por la violencia desencadenada en el vecino Haití en los últimos días y dijo que su país favorece un aumento de las fuerzas de Naciones Unidas desplegadas en la empobrecida nación.

Amorim, quien manifestó que pasó revista a la situación de la región con el presidente Leonel Fernández, incluidos los recientes acontecimientos en Bolivia, dijo que esa presencia militar de la ONU en Haití debe ser reforzada para que el proceso electoral en curso sea rodeado de mayores condiciones de seguridad.

Amorim, quien habló en rueda de prensa en el Palacio Nacional poco después de su encuentro con el presidente Fernández, dijo que el tema haitiano fue abordado con algunos cancilleres de la reunión, incluso, con la secretaria de Estado, Condelessa Rice, en el marco de la Asamblea General de la OEA celebrada en Fort Landerdale, Florida.

“Es una situación que preocupa a la República Dominicana por motivos evidentes”, dijo Amorim en alusión a la violencia desencadenada en el vecino Haití, con un saldo de al menos 20 muertos y varios heridos en el curso de la ultima semana.

“Tiene que haber una gran determinación de la comunidad internacional, de reforzar las condiciones para que las elecciones que se organizan (en Haití) puedan transcurrir de manera pacifica”, expresó el jefe de la diplomacia brasileña.

Brasil, que es uno de los países que participa en la fuerza multinacional de la ONU en Haití, está cambiando en estos momentos sus soldados en ese país, no aumentando su número, aclaró el canciller Amorim, aunque insistió en la necesidad de que se aumente el número de las tropas por razones de seguridad.

Reconoció que se trata de una decisión que debe ser adoptada por las Naciones Unidas, pero añadió que en el marco de la recién celebrada asamblea de la Organización de Estados Americanos el tema se abordó con los cancilleres de varias de las naciones involucradas, incluso, con Estados Unidos y la República Dominicana.

El canciller brasileño también tocó la crisis colombiana, agudizada el lunes tras la renuncia del presidente Carlos Mesa y dijo que se trata de otro hecho que preocupa a toda la región, especialmente a los países suramericanos.

Dijo que antes de que los acontecimientos degeneraran en la renuncia del presidente Mesa, Brasil emitió una nota poniéndose a su disposición para cooperar, junto a otros países del Continente, en la búsqueda de una salida pacifica, democrática y constitucional, pero siempre que así lo soliciten las autoridades de ese país.

Destacó que el presidente Mesa se mantiene al frente del país hasta que el Congreso acepte su renuncia, pero recalcó en la necesidad de una solución pacifica a la crisis.

La violencia se ha apoderado en los últimos días de Bolivia donde grupos de campesinos han tomado las calles en algunas ciudades, entre ellas la capital, La Paz, reclamando la renuncia del presidente Mesa, la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la nacionalización del gas.

El canciller brasileño abordó también temas de cooperación en materia de comercio con el presidente Fernández, de quien recordó es un gran amigo del presidente Lula.