El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, advirtió hoy a la comunidad internacional que la crisis social y económica que arropará al planeta por la pandemia del COVID-19 pone en peligro el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible Hambre Cero, de la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Vargas presidió un debate virtual del Consejo de Seguridad sobre el impacto del coronavirus en la seguridad alimentaria.
“Esta crisis amenaza la posibilidad de que muchos países en desarrollo puedan erradicar el hambre”, recalcó el diplomático dominicano, al tiempo que reconoció la labor de los Gobiernos y organismos internacionales para mitigar los efectos del COVID-19 en la alimentación de las poblaciones más vulnerables.
Agregó que, aunque República Dominicana está entre los países que han logrado dos metas internacionales de reducción del hambre, según certificó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 40 millones de latinoamericanos sufren malnutrición, mientras que 821.6 millones de personas de todo mundo se encontraban en estado de inseguridad alimentaria en 2019.
Al destacar las repercusiones políticas del hambre, el funcionario afirmó que “la inseguridad alimentaria es caldo de cultivo para el conflicto, aún más si se suman la desigualdad y la fragilidad institucional”.
En ese sentido, consideró oportuno que en el contexto actual se aplique el Marco de Acción para Crisis Prolongadas del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, de la ONU.
Además del canciller dominicano, en la videoconferencia del Consejo de Seguridad también participaron el director general de la FAO, QU Dong; el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley; y el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (CNR), Jan Egeland.
Con ellos, los representantes de países miembros del Consejo de Seguridad, encabezados por el embajador dominicano José Singer.
República Dominicana ha presidido este organismo de la ONU durante el mes de abril, agotando una agenda centrada en la discusión de propuestas para enfrentar el impacto del coronavirus en distintos ámbitos que inciden en la paz y seguridad internacionales.