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CARACAS, Ene 27 (AFP) – El canciller venezolano, Alí Rodríguez, demandó Estados Unidos cesar su «hostigamiento» a Venezuela y reiteró su voluntad de mantener buenas relaciones con Washington, en una declaración divulgada este jueves en Caracas.
«Venezuela reitera ante el gobierno norteamericano su voluntad de mantener las mejores relaciones sobre la base del respeto mutuo, de la no injerencia en sus asuntos internos, del cese al permanente hostigamiento», dice la declaración.
Rodríguez aseveró que en «los últimos días han venido menudeando distintas expresiones hostiles por parte de voceros del gobierno norteamericano» y que para cada «expresión agresiva habrá una respuesta».
Washington apoyó a Colombia en el reciente impasse con Venezuela por la captura en Caracas del guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Granda.
En el texto Rodríguez insiste en que se deje también el «financiamiento a grupos muchas veces vinculando a movimientos violentos en Venezuela y al intento de provocar y agravar diferencias entre nuestros países».
Evocó «la historia de agresiones armadas por parte de distintos gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica» sobre países de América Latina: «México, Guatemala, Grenada, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, son dolorosos testimonios de esta incuestionable verdad histórica».
«Generalmente la agresión armada, directa o indirecta, ha estado precedida de campañas políticas tendentes a crear las condiciones para el ataque», subrayó.
«Antes del golpe de Estado de abril del 2002, y durante el curso del mismo golpe (que sacó al presidente Hugo Chávez del poder por 47 horas), los voceros del gobierno del presidente Bush abundaron en pronunciamientos» como los de la nueva secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, dijo.
Rice calificó a Chávez como «una fuerza negativa» en la región y amenaza a la estabilidad de los países vecinos. Luego el vocero del Departamento de Estado, Adam Ereli, pidió al mandatario venezolano que detenga a los guerrilleros colombianos refugiados en su país y mencionados en una lista entregada unos días antes por Bogotá a Caracas.
