La Habana, .- Los cancilleres de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) se reunieron hoy en La Habana, en el segundo día de la VII Cumbre del organismo, para afianzar la unidad y el consenso ante los desafíos del futuro y la crisis que viven actualmente algunos países de la región.

Durante la inauguración del encuentro, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, destacó el “complejo momento” que atraviesa la zona, afectada por “la crisis sistémica global que se profundiza” y el cambio climático, que afecta “principalmente a los países subdesarrollados e insulares y las pequeñas economías».

No obstante, recordó que se nota en la región un “innegable» fortalecimiento de la “independencia y justicia social”, logros amenazados por “una contraofensiva imperialista y de fuerzas oligárquicas” que buscan “restaurar la ola neoliberal y sus consecuencias funestas” para el continente, dijo Rodríguez. “América Latina y el Caribe, pese a los avances, sigue siendo la región del planeta con mayor desigual distribución de la riqueza.

Tendremos que enfrentar estos emergentes desafíos y la búsqueda acciones conjuntas mediante la consulta, concertación y cooperación”, señaló. En la tarde de hoy los cancilleres de los 25 Estados miembros de la AEC tratarán de consensuar estrategias para los retos del futuro, que servirán de base para las discusiones que mantendrán mañana en la capital cubana los presidentes caribeños, quienes emitirán la “Declaración de La Habana”, con las conclusiones de esta VII Cumbre.

El jefe de la diplomacia de Cuba, país que ostenta la presidencia temporal del organismo multinacional, aseguró que esta cita servirá para consolidar el proceso de revitalización de la organización que se inició hace cuatro años; además de proponerse “objetivos de mediano y largo plazo».

“Es cierto que nos queda mucho por hacer y compartimos el deber y el compromiso de dar continuidad a estos esfuerzos en aras del desarrollo, la paz, la supervivencia y el bienestar de nuestros pueblos”, afirmó Rodríguez. Entre otros, asisten a esta cumbre las cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín; Venezuela, Delcy Rodríguez; México, Claudia Ruiz; así como de Guatemala, Raúl Morales; Salvador, Hugo Martínez; y Costa Rica, Manuel González.

En la VII Cumbre del Caribe participan representantes de sus 25 Estados miembros, los 7 asociados, 21 países invitados y 9 organizaciones internacionales en calidad de observadores.

Incrementar las potencialidades del comercio, la necesidad de identificar y promover las posibilidades de cooperación económica al interior de la zona y la aplicación de estrategias para favorecer el transporte estuvieron en la región también estuvieron entre los temas que se abordaron hoy en las conferencias paralelas a la cita.

Según los expertos cubanos la AEC se impulsará económicamente si se apoya en el trabajo de mecanismos integradores como la Comunidad del Caribe (Caricom), Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).

También se insistió en el transporte interregional como prioridad para el desarrollo comercial y turístico del Gran Caribe y se mencionaron los diferentes acuerdos y proyectos diseñados especialmente para fortalecer la comunicación, en especial la marítima, dentro de la gestión del organismo multinacional.

Mañana toca el turno al capítulo de Jefes de Estado y de Gobierno de esta VII Cumbre de la AEC, cuando se aprobaran y se darán a conocer la Declaración de La Habana y el Plan de Acción 2016-2018 de la organización.

A partir del mediodía de hoy mandatarios y primeros ministros comenzaron a llegar a La Habana para asistir en la noche a una cena de gala, ofrecida en la sede de Gobierno de la isla por el presidente Raúl Castro, que este viernes cumple 85 años.

Entre los gobernantes que han arribado ya a la capital cubana están el de Haití, Jocelerme Privert, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y de Guyana, David Arthur Granger.

Más tarde se espera la llegada de los presidentes de República Dominicana, Danilo Medina, de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de Venezuela, Nicolás Maduro y el primer ministro de Holanda, Mark Rutte.