Tegucigalpa, (AP).- La delegación de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) llegó el lunes a Honduras para instar a las autoridades de facto a que firmen el acuerdo de San José, que busca la reinstalación del presidente Manuel Zelaya.

«Esperamos que en el transcurso de la tarde podamos escuchar de las autoridades del gobierno de facto y otros sectores que están en la posibilidad de avalar todos los puntos del acuerdo de San José incluyendo la reinstalación del presidente Zelaya», dijo a periodistas el lunes el canciller costarricense Bruno Stagno, uno de los ocho miembros de la comitiva diplomática.

Por la mañana, los cancilleres se reunieron con grupos afines al derrocado presidente Zelaya. «Manifestaron su aceptación del acuerdo de San José», dijo Stagno.

Xiomara Castro, dijo que su esposo, el derrocado presidente, aceptó los 12 puntos del acuerdo propuesto por el mandatario costarricense Oscar Arias en su rol como mediador en la crisis. Uno de esos puntos es renunciar a su pretensión de convocar a una asamblea nacional constituyente y a reformar la Constitución.

«Al presidente Zelaya lo quieren traer amarrado así como lo sacaron amarrado el día del golpe de estado, de pies y de manos. Pero aún así… ha aceptado venir», dijo Castro, luego de reunirse con los cancilleres.

Castro reiteró que Zelaya está dispuesto a volver a Honduras para firmar el acuerdo, si esto se produce antes del uno de septiembre.

El presidente golpista Roberto Micheletti dijo que «nadie puede venir a imponernos absolutamente nada porque el país es soberano y nosotros tenemos nuestras propias leyes». Sostuvo que en Honduras «todo funciona con normalidad».

Añadió que «esperamos que los cancilleres comprendan que lo que hicimos fue enmarcado en la ley y la Constitución» y que «Dios está con nosotros… y los cancilleres deben conocer y valorar la opinión del pueblo en torno a lo que pasó antes del 28 de junio». El gobierno instaurado después del golpe de estado ha rechazado con vehemencia cualquier intento de restituir a Zelaya en el gobierno.

El canciller de facto de Honduras, Carlos López, dijo en una «carta a los ciudadanos del mundo» publicada el lunes en los diarios locales que «imponer de nuevo en la Presidencia al presidente legalmente destituido. Esto no es una opción que la Constitución hondureña permita». También rechaza la posibilidad de otorgarle una amnistía al mandatario derrocado.

López admitió que fue un «error y una infracción legal» expatriar a Zelaya luego que un comando de militares le capturó el 28 de junio. Sin embargo, asegura que la rectificación de ese error no pasa por permitir su regreso al poder.

También la hija de Zelaya, Xiomara Hortensia Zelaya, se reunió con la misión diplomática.

Los cancilleres emisarios de la OEA esperan reunirse con sectores afines al gobierno de facto y empresarios.

Los cancilleres llegaron a bordo de un avión prestado por el gobierno estadounidense que partió de Miami. El vocero del departamento de Estado, Ian Kelly dijo que «creemos que es un imperativo que todas las partes apoyen este acuerdo (de San José) y avancen hacia una solución de la crisis».

Una de las integrantes de la misión, la canciller mexicana Patricia Espinosa, señaló en una entrevista publicada el lunes por el diario mexicano Reforma que «tenemos esperanza de que, a través del diálogo y la negociación encontraremos una solución a la crisis que enfrenta Honduras».

Interrogada sobre si México planearía presionar al gobierno de facto con medidas como la limitación de inversiones o la cancelación de programas de cooperación, dijo que después de la visita de la misión de la OEA, «estaremos en condiciones, no sólo en México sino en el sistema interamericano en su conjunto, de determinar los siguientes pasos».

Además de los jefes de la diplomacia mexicana y costarricense, en la misión participan los cancilleres de Argentina, Canadá, Jamaica, Panamá y República Dominicana, además del Secretario General de la OEA José Miguel Insulza.

Los simpatizantes del derrocado presidente tenían programada una marcha como las que han hecho ininterrumpidamente desde el día del golpe para protestar contra el actual gobierno. Frente a casa presidencial fue convocada una manifestación de los simpatizantes del régimen de facto.