El uso de colores y bordados nobles en telas de alta calidad caracterizó la colección de trajes de gala lucidos por las candidatas del concurso Miss República Dominicana.

Las lentejuelas, canutillos, encajes, mostacillas y cristales de swarosvki, así como plumas de avestruz y rahinstong, fueron algunos de los recursos de alta costura utilizados por el diseñador Jorge Diep en la elaboración de un trabajo que concitó la atención de los presentes en el certamen.

Para enriquecer su propuesta, el profesional usó crepe y charmus de seda, chiffones y organza, y en algunos casos, los trajes estaban recamados en piedras y cristales.

Se trata de piezas muy elaboradas, con trabajos hechos a mano, donde cada detalle se percibe en su justo lugar.

Los grandes vuelos en las faldas, que muchas veces dejaban las piernas y muslos al desnudo, descansado el corte en una larga cola, fueron un estilo característico en determinadas piezas.

Se pudieron observar también vestidos ajustados al cuerpo, terminados en faldas de gran movimiento, así como los de corte depurado y en tela de brillo.

En término de colores, había de todo: amarillo, rojo, verde manzana, fucsia, rosa, verde manzana, salmón azul intenso y turquesa. El negro y el blanco, en un caso combinado ambos tonos, no fueron excluidos; de hecho, Larissa de Mar Fiallo, coronada Miss República Dominicana, exhibió un traje blanco.