Candidatos mudos y sin propuestas

Candidatos mudos y sin propuestas

Si la presente campaña electoral sigue como va, será una de las más carentes de propuestas de políticas gubernamentales y de discusión entre los aspirantes a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, y a las curules del Congreso Nacional. En esencia, este fenómeno podría interpretarse como una dramática ausencia de la participación de los ciudadanos en las ofertas electorales.

Tenemos nueve candidatos a la Presidencia de la República y ninguno ha hecho, hasta el momento, un planteamiento de cara al próximo cuatrienio. Es decir, no se sabe, se desconoce, qué piensa hacer cada uno de esos candidatos en caso de que sea favorecido para dirigir los destinos de la nación durante los años 2024-2028. Solo uno, el de la Fuerza Nacional Progresista, ha enunciado algunas de sus ideas en el marco de un encuentro con empresarios.

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Esta mudez no habla bien del camino por el que discurre nuestra democracia. Es lo más parecido a un perfume sin aroma o a un río sin agua.

La campaña electoral es el período más adecuado para que los aspirantes a puestos electivos presenten ante los mercados electorales, ante los ciudadanos, el país que quieren configurar y cómo pretenden lograrlo. Ante esas propuestas los ciudadanos, que son los electores, reaccionarían y entrarían a un diálogo hermoso y racional con los candidatos. Porque estos electores tendrían también, en un ejercicio parlamentario de esta naturaleza, la oportunidad de hacerle saber a los candidatos qué piensan de sus propuestas y, lo más importante, cuáles serían sus prioridades de cara al futuro inmediato.

La población desearía escuchar de los candidatos nacionales y legislativos, de seguro, qué piensan hacer con la agropecuaria para lograr su desarrollo y tecnificación, qué giro habría que darle a las zonas francas industriales, cómo visualizamos nuestro creciente desarrollo turístico, qué se haría con ese peligroso monstruo de mil cabezas que es el transporte dominicano, la judicatura, el sistema carcelario, las posibles políticas para generar empleos, la mejoría de un salario que siempre está por detrás del costo de la canasta alimenticia; el medio ambiente, ¡por Dios!, los ríos, las depredaciones, las talas de árboles en nuestros parques y áreas restringidas, el rescate de los ríos, qué futuro tienen los barrios populares…En fin, necesitamos que nuestros candidatos hablen y hagan propuestas.

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