Candidez o fanatismo

<p>Candidez o fanatismo</p>

JOSÉ LOIS MALKUN
A veces no entiendo las declaraciones del presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, a quien califico como persona íntegra en el quehacer político. No sé si peca de fanatismo o de candidez. Obviamente, el no estar dentro de la maquinara del Gobierno y no conocer en detalle cómo sus correligionarios manejan los fondos públicos, es posible que algunas de sus declaraciones sean producto de su candidez. Sin embargo, la candidez en este país rara vez hace su aparición en el entorno político. Porque es difícil llegar a ser secretario general del PLD siendo cándido.

Por ejemplo, su ultima declaración en torno a la aprobación en el Senado de la mal llamada Ley de Rectificación Fiscal, es sinónimo de que Pared Pérez, mas que cándido podría parecer una persona fanatizada y dada a las controversias. Primero dijo que antes para aprobar las reformas fiscales se hacían ofertas indecorosas y que eso venía de sectores inescrupulosos. Después afirmó que en esta ocasión no fue así.

Yo lo entendería si la reforma se hubiera aprobado tal como fue enviada al Congreso. Pero ya tiene algunos cambios importantes. ¿Y por qué la cambiaron? ¿Por qué modificaron el impuesto a la primera placa dejándolo en 17%? ¿Por qué redujeron el impuesto único a las bancas de apuestas y los casinos? ¿Por qué modificaron los selectivos a las bebidas alcohólicas beneficiando a unos y perjudicando a otros? ¿No será porque ciertos sectores influyeron en esa decisión? ¿O fue por patriotismo? Quizás con esas y otras reducciones, que alcanzan unos 3 mil millones de pesos, se justifica otra rectificación fiscal a mediados o finales del 2007. La diferencia es que no podrán decir que fue por la oposición. Ahora le echaran la culpa a Danilo Medina.

A veces a los políticos se les va la boca cuando quieren aparentar que son diferentes a los demás. Porque ese mensaje del presidente del Senado está dirigido, no sólo a los congresistas opositores cuando controlaban ambas cámaras, sino a ciertos personajes del sector empresarial que tienen nombre y apellido. Como también es totalmente especulativo decir que antes se compraban legisladores y que ahora no se hizo.

Porque en un Gobierno caracterizado por una corrupción sin precedente, donde obviamente el Secretario del PLD no es parte integral del mismo, no tiene sentido hacer comparaciones de antes y ahora.

Lo importante de esta reforma es que nunca debió pasar en el Congreso. Es un abuso y un descrédito para esta gestión. Gastarse casi 30 mil millones de pesos en compra de votos, abultamiento de nóminas con fines políticos, en lujos patéticos e innecesarios y en excesivas y cuestionadas compras gubernamentales, no justifican esta reforma. Es algo que no tiene precedentes en la historia de este país. Lo peor de todo es que ese derroche no para. Sigue su curso actualmente. Ahora también el Gobierno financiará salones de belleza. Y si la opinión pública no reacciona, pronto extenderá su radio de acción a los limpiabotas, a los paleteros, a los cines, a las barberías, a los centros de masaje y a los centros cerveceros. La reelección lo permite todo. Mientras tanto 60 mil personas han perdido su empleo en las industrias de la Zona Franca. Qué paisote nos gastamos.

Pero el presidente del Senado obvia esa realidad de su Gobierno, hablando de ofertas inescrupulosas. De que ahora los senadores fueron transparentes, sin tener ninguna evidencia para demostrarlo como tampoco la tiene para demostrar si se hizo algo diferente en el pasado. Porque cambios hubo en la ley para pensar que nada diferente se hizo. O siempre han sido patriotas y transparentes o siempre han primado las ofertas inescrupulosas.

Lo cierto es que estos senadores se hicieron cómplices de la ilegalidad fiscal. Porque la forma en que se han usado los fondos públicos está llena de ilegalidad y no justificaba esta nueva reforma. Es siempre la vía fácil. La que exige el FMI sin importar lo que pasó antes. A nadie se le saca cuentas. No hay accountability en este Gobierno. Para colmo ahora se envían al Congreso las últimas transferencias de fondos del presupuesto donde se le quitan recursos a educación y salud para asignárselo al Metro y a la Presidencia de la República. Ahora veremos lo que el Gobierno responde ante estos cambios de la ley, que pueden extenderse en la Cámara Baja. O lo que el FMI argumenta. Porque las reducciones de impuestos son significativas, salvo que los cálculos de ingresos no estuvieron subestimados, como dijimos anteriormente.

Definitivamente, esa manía del peledeísta de creerse la bolita del mundo y de que es diferente a los demás, ya cansa. Como cansan también las promesas sobre la Seguridad Social, las cumbres del sector eléctrico y las luchas internas de los partidos. Aquí la gente esta harta de tanto disparate que se habla sin que nada se solucione. No perdonan ni la Navidad.

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