La economista Rosa Cañete consideró que, aunque son muy necesarios los subsidios que entrega el Gobierno a las familias de escasos recursos, hay sectores que, más que transferencias económicas, requieren inclusión laboral y productiva.
Sin embargo resaltó que la razón de ser de esas transferencias es un segmento de la población que está en unos límites de ingresos que son inadmisibles, desde una perspectiva de justicia social.
La directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, explicó que las políticas solo focalizadas en pobreza no siempre permiten que la gente de un salto socioeconómico cualitativo.
“A menudo las políticas focalizadas no son capaces de revertir las trampas de pobreza que mantienen a la gente ahí, como la estructura del mercado laboral, las desigualdades de género, la forma en que está repartido el cuidado, las desigualdades territoriales.
“Son trampas de pobreza que hacen que la gente no encuentre la manera de salir, y eso se revierte con políticas públicas universales y de calidad, pero eso no quiere decir que no tengas que desarrollar políticas focalizadas para enfrentar la pobreza, como de hecho se está haciendo”.
A partir de esas consideraciones plantea que es importante que programas como Supérate integren una política de cuidado, como se está haciendo ahora, y que fortalezcan la formación de los miembros de los hogares y su incorporación laboral.
Puede leer: La reforma fiscal es necesaria para cumplir con demandas
En ese sentido explicó que se está haciendo un esfuerzo importante para fortalecer esas políticas de inclusión laboral y productiva, para que la gente deje de necesitar la tarjeta.
“Pero mientras tanto sabemos que hay un grupo de la población que sí va a seguir necesitando transferencias monetarias, porque están en unos límites de ingresos que son inadmisibles, que la sociedad tiene que resolver, pero eso es política focalizada”.
Luego de ponderar la necesidad de mantener las transferencias monetarias, la funcionaria expresó que es muy importante entender que la mejor manera de enfrentar la desigualdad es mejorando la calidad de los servicios públicos que le da a la población.
Pobreza, subsidios y pandemia covid-19
La pandemia covid-19 generó unas secuelas económicas que, de no ser por los subsidios, habría dejado un impacto mayor en la población, sobre todo la más vulnerable, afirmó Cañete.
En 2020, precisó, esas transferencias fueron esenciales, claves, para aminorar el impacto que tuvo el cierre de la actividad económica por tres meses.
En ese sentido dijo que, en ese período, hubo segmentos de la población que no tenían recursos para comer porque no percibían ningún ingreso.
Las más afectados fueron las familias que viven casi de actividades económicas muy inciertas, afirmó al destacar que “entonces el no poder salir a buscarse los chelitos del día tuvo un impacto muy fuerte en la población”.
“La puesta en marcha de Quédate en Casa y la expansión a un millón 600,000 hogares aminoró casi siete puntos de pobreza monetaria, ahí sí se vio un rol importantísimo de esas transferencias”.
El cierre de la actividad económica en los primeros meses de 2020, para controlar la propagación de los contagios de la letal enfermedad, dejó sin empleo a cientos de miles de dominicanos que recibieron el auxilio del Gobierno.
“Es importante entender dos cosas, primero que las transferencias pueden jugar un rol en pobreza monetaria, siempre y cuando sean suficientes y bien focalizadas, que les lleguen exactamente a las familias que más lo necesitan.
“Algunos países están evaluando ya niveles de renta mínima, de renta básica, que plantean que el Estado tiene la obligación de garantizar, por lo menos, un ingreso mínimo a ciertos hogares para que cubran la canasta básica alimenticia, que enfrente esa pobreza extrema directa”, expresó Cañete.
Limitantes en calidad servicios
Pobreza monetaria
Se refiere al déficit de ingresos que tienen las familias o los individuos para adquirir los bienes de la canasta básica de bienes y servicios.
Reducciones mínima
Rosa Cañete explicó que, según las estadísticas que maneja el Ministerio de Economía, la pobreza monetaria se ve aminorizada con los subsidios sociales.
“Las transferencias monetarias, durante los últimos años, han venido reduciendo un poquito la tasa de pobreza general y la extrema”, expresó.
Solidaridad vs Supérate
El antecesor del programa Supérate fue el programa Solidaridad, que se creó como un estímulo a la demanda de servicios públicos, como educación y salud, y no tenía como finalidad reducir la pobreza monetaria, dijo Cañete. “Pero eso se encontró con importantes limitaciones, porque si bien las familias llevaban a sus hijos a pesarlos y medirlos, muchas unidades de atención primaria no tenían ni peso ni talla”.