FRANCFORT, Alemania, (AFP) – Armin Meiwes, el “caníbal de Rotemburgo”, admitió ayer ante la corte que lo juzga por asesinato en Francfort (centro), que sigue sintiendo deseos de “devorar” hombres, ya que persisten sus “fantasías” cuando ve “personas bellas” en la televisión o en los diarios.

“Cuando veo personas bellas en la televisión o en los diarios se despiertan las fantasías en mi cabeza”, dijo Meiwes, un técnico en computación de 44 años, ante los magistrados de la Audiencia Provincial de Francfort.

Armin Meiwes es procesado por segunda vez por la justicia alemana por haber matado, descuartizado y comido partes anatómicas en su casa de Rotemburgo (centro) del ingeniero informático Bernd Juergen Brandes, de 43años, oriundo de Berlín, la noche del 9 al 10 de marzo de 2001.

En el primer juicio, realizado en la Audiencia Territorial de Kassel, el “caníbal de Rotemburgo” fue condenado a ocho años y medio de prisión, sentencia que fue apelada por el fiscal, quien considera que era una pena demasiado leve para los supuestos crímenes perpetrados por Meiwes.

El canibalismo no está previsto como delito en el código penal alemán. Meiwes y Brandes grabaron en vídeo las horrorosas escenas de canibalismo. El “caníbal de Rotemburgo” sostiene ante los jueces que todos los actos fueron realizados con el consentimiento expreso de Brandes.

La Suprema Corte Federal de Alemania anuló el juicio anterior y ordenó un nuevo proceso, esta vez ante la corte de Francfort.

Meiwes declaró que grabó la muerte y el descuartizamiento de Brandes en vídeo para que quedara como testimonio de la libre decisión adoptada por el ingeniero informático.

El “caníbal” trató de “documentar todo, de “A a Z”, para tener una prueba del libre consentimiento” de Brandes, declaró a los magistrados.

Las comidas posteriores con carne humana no las grabó, según dijo, porque “la carne en el plato no se hubiera podido distinguir ópticamente en el filme de la carne de un animal”.