Cannes: la tragedia chadiana

Cannes: la tragedia chadiana

AFP, AP. CANNES, Francia. Una tragedia chadiana, primera película africana en competición desde hace 13 años, y un gran fresco medieval francés componían la propuesta oficial del Festival de Cannes ayer, víspera tranquila de la muy esperada “Biutiful” del mexicano Alejandro González Iñárritu.

“Un hombre que grita”, de Mahamat-Saleh Haroun, que debe su título al poeta martiniqués Aimé Cesaire -«un hombre que grita no es un oso que baila»- viene a resumir la esencia de la tragedia del Chad y su guerra civil a través de una pequeña historia familiar.

Un apuesto sexagenario, ex campeón panafricano de natación, y su hijo son los encargados de la piscina de un lujoso hotel de Yamena, la capital. Con el cambio de dueños y la consiguiente compresión de personal, sólo el hijo conserva su puesto.

En plena guerra civil, el gobierno impone esfuerzos pecuniarios a la población o enrola a la fuerza a los jóvenes. Para el padre, la segunda opción le supone recuperar su trabajo mientras la tensión se va haciendo insoportable.

Un hombre que grita» avanza serena, con las palabras justas, estructurada en actos que llegan sin transición y plantean nuevas situaciones que descubren paulatinamente sorpresas dramáticas: la novia embarazada del hijo.

Reconocimiento

Michael Haneke

El galardonado director de cine austríaco Michael Haneke obtuvo ayer un nuevo reconocimiento.

El director de la película “The white ribbon” fue agregado al cuadro de honor de la cultura de Francia en una ceremonia celebrada en el Festival  de Cannes.

El ministro de Cultura de Francia, Frederick Mitterrand, le colocó al cineasta un medallón verde y oro, que lo convierte en Comandante de la Orden Nacional de Artes y Letras de Francia.

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